El patriarca de Lisboa, José da Cruz Policarpo, comienza a sonar como papable

Un nuevo nombre ha empezado a sonar entre los analistas que estos días intentan interpretar las escasas señales procedentes del colegio cardenalicio: el del patriarca de Lisboa, José da Cruz Policarpo. Este hombre de Iglesia nacido en 1936 en Caldas da Rainha estaría manteniendo una actitud esquiva ante sus promotores, algo que suele ser muy valorado dentro del colegio, que históricamente neutraliza a los candidatos demasiado entusiastas, según narran en distintos medios italianos analistas que han seguido muy de cerca cónclaves pasados. El portugués contaría con el respaldo de muchos «colegas» latinoamericanos y de varios europeos. Estos últimos creen que podría ayudar a la «revangelización» del Viejo Continente, en plena crisis de fe, y a encajar la labor misionera en las metrópolis modernas. También se valora el fervor católico del pueblo portugués, con Fátima como principal exponente. Los sudamericanos, por su parte, verían en Da Cruz a un personaje más próximo que los poderosos cardenales italianos. No obstante, y según Marco Politti, de La Republica, el bloque que se opone a Ratzinger no tiene todavía un candidato claro, lo que podría facilitar el ascenso de un «tapado» en el momento del cónclave. Las intervenciones y alianzas de estas últimas horas previas al encierro están siendo, pues, fundamentales. Santiago de Chile Uno de los hombres que ha impresionando favorablemente a sus compañeros de colegio ha sido Francisco Javier Errázuriz, cardenal de Santiago de Chile. En una de las últimas congregaciones generales habría incidido en una de las cuestiones que tendrá que abordar el nuevo Papa: el ascenso creciente de las sectas en Sudamérica, que cada año pierde el 1% de los fieles, captados por otro tipo de movimientos. En países como Guatemala, en los que llegó a ser católica el 80% de la población, este tipo de movimientos extra religiosos han rebajado la nómina de la Iglesia hasta el 30%. Los evangélicos arrastran cada vez más población sudamericana. Ayer, la chimenea que une la vieja estufa de la Capilla Sixtina con el exterior y por donde saldrá la llamada fumata blanca o negra que anunciará el resultado de las votaciones de los cardenales para elegir el nuevo Papa ya está instalada y revisada.