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| Entrevista | Estanislao de Luis Calabuig |

«Debemos mantener la valía y la calidad del patrimonio natural» «El ahorro energético es cuestión de todos»

El jurado ha reconocido la proyección social de su trabajo, su labor como impulsor del programa Parques Naturales de Castilla y León y sus investigaciones medioambientales

Publicado por
Miguel J. Tré - león
León

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Natural de la localidad de La Fuente de San Esteban, en Salamanca, en cuya Universidad se licenció y doctoró en Biología, Estanislao de Luis Calabuig ha sido galardonado con el Premio Castilla y León 2004 a la Protección al Medio Ambiente «para reconocer su labor investigadora, la proyección social de su trabajo tanto dentro como fuera de la Comunidad, su contribución al desarrollo del Programa Parques Naturales de Castilla y León y, en especial, al del Parque Natural de Arribes del Duero». En la actualidad es catedrático de Ecología de la Universidad de León, en la que imparte clases en la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales, está al frente del Instituto de Medio Ambiente de la citada Universidad, es miembro de Consejo Regional de Espacios Naturales y ha recibido el reconocimiento internacional por impulsar la investigación sobre sistemas de depuración de las aguas residuales y ser uno de los pioneros en estudios sobre incendios forestales y restauración de los ecosistemas afectados, que le han servido para colaborar como profesor e investigador en varias universidades y centros de investigación extranjeros. Además, es autor de más de ciento cincuenta publicaciones relacionadas con el medio ambiente y entre sus obras de divulgación destacan la participación y coordinación de los libros «Incendios Forestales en León», «Padre Duero» y «Ríos de León: arquitectos del paisaje». -Una pregunta obligada. ¿Qué supone este premio para usted? -Supone el reconocimiento de la labor realizada por un grupo de investigación multidisciplinar que comenzó a forjarse hace ya 25 años. Labor que ha sido desarrollada por un número importante de colaboradores, sin los cuales no hubiera sido posible, por lo que son igualmente merecedores de compartir este premio que ahora ha recaído en mi persona. Vaya para todos ellos mi gratitud y reconocimiento personal. -Su actividad se desarrolla en Castilla y León, una de las regiones con mayor biodiversidad de la UE. ¿Cree que se hace todo lo posible para protegerla? -Siempre es posible hacer algo más. Desde nuestra perspectiva como investigadores y naturalistas, tenemos las responsabilidad de profundizar en el conocimiento de la diversidad biológica de nuestro entorno y destacar el papel funcional que cada especie juega en los diferentes ecosistemas. Igualmente, hemos de tratar de detectar los cambios asociados a las alteraciones ambientales, fundamentalmente relacionados con la presión de la explotación humana sobre los recursos naturales. Transmitir estos conocimientos a los responsables de la gestión podría suponer un avance importante en favor de su protección. Espacios naturales -Como uno de los impulsores de Programa Parques, ¿es posible compaginar su protección con el crecimiento y el bienestar social, el tan manido desarrollo sostenible? -Ese debe ser el objetivo fundamental en la estrategia de gestión. Es otra forma de poner en valor los recursos naturales, donde la rentabilidad, incluso económica, consiste precisamente en mantener la valía y la calidad del patrimonio natural. No se trata de proyectar planes ideales, inexistentes o irrealizables, sino simplemente aprovechar sin degradar, con conocimiento real de las capacidades de presión que esos espacios pueden soportar. Consiste, en definitiva, en aplicar los objetivos de eficiencia a la escala en la que se desarrollan los fenómenos naturales. Pero hay que aportar los medios para garantizar una adecuada protección, aumentando, por ejemplo, el personal dedicado a la gestión y cuidado de los espacios, o centralizando de forma efectiva la coordinación de las actuaciones que se realizan en los parques naturales. El turismo masivo es uno de los parámetros a controlar y para ello habrá que conocer la capacidad de carga de estos enclaves. Un exceso provocaría una riqueza efímera con pérdidas difícilmente reparables y muy costosas para la naturaleza y para la especie humana en función de lo que se dejaría de percibir por la falta de disfrute de un recurso. Agua y fuego -A lo largo de su trayectoria ha impulsado la investigación sobre la calidad de las aguas en Castilla y León y ¿Podría resumir esas investigaciones? -Se iniciaron como estudios territoriales por cuencas hidrográficas, con el objetivo de definir rangos de calidad a través de indicadores de fácil aplicación y contrastados con las causas que provocaban la pérdida de calidad. Se completó en un proyecto para toda la Comunidad considerando los cursos fluviales, los embalses y las aguas subterráneas. Los humedales han tenido un tratamiento paralelo, en el que el grupo de Limnología del Área de Ecología de la Universidad de León ha incidido en la secuencia temporal y en análisis de los procesos funcionales. Por otra parte, en el Instituto de Medio Ambiente se han desarrollado metodologías blandas para la depuración de aguas residuales, destinadas fundamentalmente a resolver el problema de la contaminación de pequeños núcleos rurales. -Es pionero en estudios sobre la restauración de ecosistemas afectados por incendios forestales. ¿Cuáles son las principales líneas de trabajo? ¿Será posible poner fin algún día a esta lacra social? -Ha sido una de las líneas de investigación prioritaria desde mi incorporación a la Universidad de León en 1977, por la envergadura económica y la problemática ecológica que lleva asociadas. El grupo de Ecología del Fuego ha tenido como objetivo evaluar los efectos ambientales de los incendios en diferentes ecosistemas terrestres y analizar los procesos ecológicos de recuperación. La aplicación de novedosas metodologías (imagen vía satélite, SIG) abre nuevas perspectivas de enfoque que permitirán evaluar los efectos en el paisaje. Además, hemos aprovechado nuestra experiencia para comunicar a la sociedad las implicaciones de ese impacto tan frecuente en España y particularmente en el oeste de Castilla y León. La educación ambiental debe ser un procedimiento necesario y adecuado para atajar y contrarrestar la predisposición de quienes provocan de forma intencionada o inconsciente los incendios forestales. «La educación ambiental es necesaria para atajar y contrarrestar a quienes provocan los incendios forestales» -Hace dos meses de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto. ¿Cree que será la solución a los problemas del cambio climático? ¿Cómo podemos colaborar los ciudadanos? -El Protocolo de Kioto pretende ir frenando el consumo de combustibles que implican la liberación de gases con efecto invernadero. El problema no se resolverá con las medidas actuales, pero al menos no se agravará. La información científica no pretende ser alarmista o catastrófica, sino simplemente poner de manifiesto, sobre realidades ya constatadas, las necesidades de adaptación y así poder disminuir la vulnerabilidad a los impactos. Los ciudadanos podemos y debemos colaborar aplicando el principio «piensa globalmente; actúa individualmente». Cualquier actuación, por pequeña que sea, que implique un ahorro energético o una mayor eficacia en la utilización de un recurso, será una contribución importante para resolver el problema. La suma de infinitas individualidades resolverá el problema global. -¿Serán las energías renovables la solución, o tal vez la nuclear, como defienden muchos? -La solución pasa por estimar los efectos del calentamiento global y cómo los posibles cambios pueden impactar al medio natural, sus recursos, los sectores productivos o la salud humana. En función de ello, buscar las vías adecuadas de corrección y adaptación, y analizar los efectos que pueden provocar, tanto positivos como negativos. En principio, cualquier alternativa que no implique incremento de gases invernadero puede ser adecuada, pero sin olvidar que cualquier generación de energía tiene sus implicaciones, por lo que habrá que decantarse por las más limpias y fundamentalmente la solar. La nuclear, tal y como es aprovechada en la actualidad, aun no ha alcanzado los niveles suficientes de seguridad como para convertirse en una buena alternativa. Los riesgos son todavía muy elevados y hay ejemplos dramáticos que nos lo recuerdan. -¿Cómo puede afectar el cambio climático a Castilla y León? -Deducir las implicaciones que el cambio climático puede suponer en un área relativamente pequeña, a partir de escenarios climáticos ensayados para territorios más amplios, lleva implícitos mayores grados de incertidumbre. Sin embargo, se pueden estimar incrementos de hasta 3-4ºC de temperatura media para el periodo invernal en el horizonte del final del siglo y hasta 5-7ºC para la estación estival. La precipitación media podría aumentar hasta 0,5 mm/día en los inviernos en las zonas del noroeste de la Comunidad y disminuir en toda ella en la misma proporción durante los veranos, resaltando que serían más frecuentes e irregulares los fenómenos extremos. Los sistemas de montaña y las zonas de transición entre melojares y hayedos serían los más vulnerables. Los sistemas acuáticos perderían el potencial actual por el incremento de la sequía. Entrarían en conflicto la conservación de los ecosistemas terrestres con actividades humanas, sobre todo con el uso de recursos naturales como el agua. Se alteraría la fenología y las interacciones entre especies, favoreciendo la expansión de las invasoras y plagas, aumentando el impacto de las perturbaciones, tanto naturales como de origen humano. Los índices medios de peligro de incendios forestales aumentarán y, en particular, la frecuencia de situaciones extremas de riesgo. El aumento de mortalidad humana causada por las olas de calor y frío extremos apuntan hacia una mayor frecuencia en intensidad y duración.