Bedecito XVI busca entre quienes lo nombraron Papa al sucesor al frente de la vigilancia de la fe
Ratzinger mantiene en sus puestosa la curia romana y aplaza la reforma
El secretario de Estado Ángelo Sodano y los jefes de los dicasterios durante los últimos años del pontificado de Juan Pablo II, Leonardo Sandri y Giovanni Lajolo, han sido confirmados en sus cargos por el Papa en la primera decisión política que Ratzinger toma desde su proclamación como Sumo Pon-tífice. Además, Benedicto XVI ha confirmado «hasta que se decida lo contrario» a los cardenales, arzobispos jefes de los dicasterios de la curia romana y al presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano. El Pontífice da continuidad así a la política trazada por su antecesor, Juan Pablo II, algo que ya había anunciado desde que, en la tarde del pasado martes, salió al balcón de la basílica de San Pedro, aunque ya sugiere entre líneas que podría haber cambios en breve. Es un proceso decisivo porque reflejará la línea del nuevo pontificado. Y es también de lo que se cotillea estos días en el Vaticano: a ver a quién colocan aquí o allá. Sorpresa La confirmación de estos al-tos cargos ha causado cierta sorpresa en círculos próximos a la Santa Sede. En especial, en lo que respecta al italiano Ángelo Sodano (Isola D'asty, 1927), pues muchos vaticanis-tas y medios de comunicación de Roma apostaban por su inmediata «jubilación». Para ocupar su puesto se barajaban varios nombres, entre ellos el del propio Lajolo (Novara, 1935), arzobispo titular de Cesariana, y el de Giovanni Battista Re (Borno, 1934), que hasta la muerte de Juan Pablo II gozaba del puesto de prefecto de la Congregación para los Obispos y ya fue, durante un período de once años, sustituto de la Secretaría de Estado para Asuntos Generales. El argentino Sandri (Buenos Aires, 1943) mantiene el cargo de sustituto del secretario de Estado, un puesto similar al de ministro de Asuntos Interiores y el italiano Lajolo (Novara, 1935), arzobispo titular de Cittanova, se encarga de las relaciones con el resto de los Estados con los que mantiene relaciones la Santa Sede desde octubre del año 2003. Sobre el resto de los puestos que conforman la curia, existe gran expectación por conocer quién sustituirá al propio Ratzinger al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la antigua Inquisición, única gran responsabilidad que en estos momentos permanece vacante. Para este cargo, que el ahora Papa desempeñó con firmeza, se postulan los purpurados Ángelo Scola, patriarca de Venecia, y Christoph Schönborn, arzobispo de Viena. Ambos defendieron la opción Ratzinger en el cónclave.