Ratzinger pide apoyo a los cardenales ante su «humana fragilidad» Camilo Lorenzo señala la justicia y la paz como dos retos del Papa

«¡No hagáis que jamás me falte vuestro apoyo!», manifestó Benedicto XVI, que ayer recibió en audiencia al colegio cardenalicio en pleno, incluidos a los miembros de mayor edad que no pudieron participar en el cónclave, para agradecerles la confianza depositada en él y pedirles toda su colaboración. El Sumo Pontífice, que aludió a su «humana fragilidad», una expresión más formal que referida a su estado de salud, dio «gracias a Dios» por haberle hecho acreedor de su nueva responsabilidad. El Papa recibió a los purpurados en la Sala Clementina (todos, uno a uno, besaron su mano), y tuvo palabras de recuerdo para sus antecesores, aunque la lista la empezó por Juan XXIII. Además, recordó los momentos de «intensa emoción» tras la muerte de Juan Pablo II, que «ofreció su vida por medio del corazón de María Inmaculada por la salvación del mundo» y agradeció las expresiones de cordialidad recibidas por los purpurados, en persona, y a través del cardenal Ángelo Sodano, confirmado anteayer en el puesto de Secretario de Estado de la Santa Sede. También reconoció el trabajo desarrollado por los cardenales durante la Sede Vacante y saludó «con particular afecto» a los que, por motivos «de edad o de sus enfermedades» no pudieron acudir al encuentro de ayer. Benedicto XVI dijo comenzar esta «nueva misión» con «mucha serenidad». El obispo de Astorga, Camilo Lorenzo, enumeró ayer los retos a los que, en su opinión, hará frente el nuevo Papa, cuya figura elogió durante la misa de acción de gracias que presidió en la Catedral tras la elección de Benedicto XVI. Los oficios fueron concelebrados por una veintena de sacerdotes en el altar, en el que ocupaba un lugar de honor una fotografía de gran tamaño del pontífice. El prelado señaló que «al Papa se le pide fidelidad al Evangelio» y añadió: «Si la ley de Dios es inmutable, ¿por qué algunos quieren que se cambie y dicen que la Iglesia está trasnochada y que el santo padre es un dogmático?» Lorenzo consideró la evangelización como «una tarea urgente en una sociedad en la que muchos quieren apartar a Dios» e «imponer el laicismo». El obispo señaló que Benedicto XVI ya ha trabajado a favor de la unidad de los cristianos y mostrará, como su antecesor, gran cercanía con los jóvenes. Señaló como otra misión del pontífice «el colaborar en la Iglesia por la paz en el mundo», así como «contribuir a crear una sociedad basada en principios que eliminen las diferencias entre Norte y Sur». Lorenzo reprobó los «comentarios denigrantes» sobre el Papa, al que calificó como «de talla extraordinaria por su preparación teológica y su conocimiento de la Iglesia y el mundo actual, por su delicadeza en el trato con las personas y porque es un hombre de Dios» que «sabrá dar respuesta a los retos que plantea la cultura actual al Evangelio», dijo el prelado.