De la Vega recuerda que la objeción no exime de oficiar los enlaces

agencias | madrid La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, recordó ayer que la objeción de conciencia no exime a los funcionarios públicos de oficiar bodas entre homosexuales. Respondía así al llamamiento realizado por el presidente del Pontificio Consejo para la Familia del Vaticano, el cardenal Alfonso López Trujillo, para que los empleados municipales católicos se nieguen a oficiar matrimonios entre personas del mismo sexo. María Teresa Fernández de la Vega aseguró que las leyes «están para todo el mundo, pero sobre todo para los que prestan servicios en la función pública». El Gobierno, «respetuoso con la posición de todo el mundo», legisla para los ciudadanos y «trabaja para ampliar unos derechos que no perjudican a nadie, sino que benefician a sectores que no los tenían». «A nadie se le obliga a nada», subrayó. La vicepresidenta consideró que la Iglesia «debe manifestarse con absoluta libertad dentro de sus competencias y ámbitos, que no son los del Gobierno». El Ejecutivo, añadió, no piensa enfrentarse al Vaticano, «porque creemos las relaciones pueden llevarse como hasta ahora, dentro del ámbito del mutuo respeto». Fernández de la Vega contestó de esta manera al cardenal colombiano Alfonso López que, como responsable del Pontificio Consejo para la Familia, llamó a los funcionarios católicos a objetar ante las bodas entre homosexuales.