El Papa habló 14 minutos para la prensa pero no usó el castellano

Catorce minutos. Es el tiempo que dedicó ayer el Papa Benedicto XVI al encuentro con el quiso agradecer a los medios su presencia en el Vaticano. Lo que se había anunciado como una rueda de prensa concluyó sin posibilidad de realizar preguntas al Papa y con muy pocas respuestas: las de Joaquín Navarro Valls, portavoz de la Santa Sede, que justificó que el Pontífice no se expresara en castellano explicando que la próxima vez lo hará también en la lengua de Cervantes. «Ven hasta aquí» Y la del presidente del Consejo Pontificio de la Comunicación Social, John Patrick Foley, quien manifestó que el Papa no usó el español «porque todos los españoles saben inglés». En inglés, pero también italiano, «porque estoy en Roma», en francés, y en alemán, «mi lengua madre», se expresó ayer Ratzinger, que fue recibido con una ovación cerrada y con un sonoro batir de palmas en la sala Pablo VI del Vaticano. Desde el fondo de la sala, algunas personas, peregrinos que lograron introducirse en el espacio reservado a la prensa, le pedían en italiano: «Ven hasta aquí». El detalle de no haber pronunciado ni una palabra en castellano provocó cierto malestar entre los periodistas españoles y latinoamericanos, que eran mayoría. Algunos recordaron que Ratzinger domina este idioma y que Juan Pablo II sí se expresaba normalmente en esta lengua, que es la oficial para muchos de los católicos del mundo. Al menos 2.000 profesionales de todos los rincones del planeta acudieron a este encuentro con el pontífice, que se sentó sobre una silla de madera con respaldo de tela color crema y dos grandes bolas doradas sobre los reposabrazos, y estuvo flanqueado por varios cardenales y obispos y cuatro miembros de la Guardia Suiza. «Es un placer este encuentro. Gracias a vuestra labor, el mundo se ha fijado en la basílica de San Pedro y en el Palacio Apostólico, donde mi inolvidable predecesor cerró con serenidad su existencia terrenal y donde después, en la capilla Sixtina, los señores cardenales me han elegido como sucesor», dijo Ratzinger entre gritos de «¡viva el papa!» El Pontífice anunció que proseguirá el «afectuoso diálogo» con los medios iniciado «especialmente a partir del Concilio Vaticano II» y seguido por Wojtyla, al que definió como «gran artesano del diálogo abierto y sincero», y precisó que la labor de los periodistas es un «estímulo» para la Iglesia en su tarea de abordar una «revisión pastoral y cultural». «Servicio» Insistió en «el importante servicio» de los profesionales de la comunicación y pidió que no pasen por alto «el respeto al ser humano». Benedicto XVI, que sonrió casi todo el tiempo, invitó a los presentes a rezar un padrenuestro y se despidió con un «arrivederci». Los líderes políticos y religiosos del mundo vuelven al Vaticano para asistir hoy a la misa de inicio de pontificado de Benedicto XVI, en medio de estrechas medidas de seguridad que han blindado la capital italiana. Quince días después del funeral de Juan Pablo II, la ciudad ha desplegado un amplio dispositivo para acoger a decenas de delegaciones internacionales.