El 1 de mayo se reinventa

«Precarios del mundo, conspiremos». El grito de guerra será pronunciado en doce ciudades europeas el próximo 1 de mayo, entre ellas León, durante la celebración del Euromayday, un reinvento de la fiesta del trabajador que pretende dar una nueva radicalidad a las reivindicaciones, también una red abierta y colectiva que busca construir un nuevo protagonismo político del precariado europeo. El Mayday ha sido organizado por el Movimiento Antiglobalización de León (MAL) como una forma de articular la resistencia desde diferentes nodos descentralizados y horizontales en colaboración con otras organizaciones y colectivos a nivel local y europeo. Musac, CCAN, CGT, Corriente Roja e Insumisas al Patriarcado colaborarán en los actos que se desarrollarán el domingo en la plaza de Don Gutierre a partir de las dos de la tarde. Se han programado pasacalles, talleres, una asamblea, proyección de vídeos, una comida, acciones y conciertos, para los que se espera la participación especial del grupo Alegría de la güerta. Esta fiesta empezó en Milán. El año pasado congregó en Barcelona a más de 10.000 personas y 120.000 en la capital italiana. Este año se espera una masiva participación en las manifestaciones simultáneas que, además de León y las citadas ciudades, han sido convocadas en Helsinki, Hamburgo, Londres, Ámsterdam, Lieja, Viena, Sevilla, París, Berlín y Copenague. Esta edición estará dedicada a aquellos trabajadores invisibles, precarios y migrantes, «un universo de trabajadores atípicos, intermitentes, desocupados, subcontratados, discontinuos, a tiempo parcial, sin contrato», denuncia el MAL. Ojo a las luchas creativas «Pero mucho cuidado con nosotros -advierte-, porque ahora somos agitadores que organizamos estrategias para poner en común nuestras luchas móviles y creativas». «Exigimos casa, renta, acceso a la comunicación, a la cultura, al transporte y a la salud». Las asambleas y manifiestos preparados en el eje de los doce harán referencia a la precariedad como una carencia y una desprotección social basadas en la explotación flexible y móvil de la nueva composición social del trabajo. «Significa para nosotros la permanente fragilidad e incertidumbre de nuestros ingresos, de nuestro trabajo y residencia». Las nuevas formas de explotación y el nuevo modelo del trabajo precario requieren un análisis diferente de las relaciones de producción y de la búsqueda activa de oportunidades y formas de invención y autonomía. Así lo entiende quienes promueven el Mayday 2005. Desde su óptica, la mercantilización ya existe en todos los aspectos de la vida. En consencuencia, el modelo de producción flexible tiende a apropiarse de las tramas sociales y relacionales de cuidado, afecto, creatividad y comunicación, convirtiendo la ciudad en una inmensa fábrica «que explota la cooperación social». Migrantes sin un duro «Sin embargo -añaden desde el MAL-, nosotros y nosotras, migrantes, precarios y precarias, no somos beneficiarios de toda esta riqueza social que producimos. Vaya, que estamos sin un duro». El domingo, pues, será el día de «la lucha contra la incertidumbre que afecta al futuro de nuestros cuerpos y mentes».