Flor de la raza calé

«Es para recordar a todos los difuntos, no sólo a los gitanos, que lo que tienen que hacer los hombres es buscar la paz del mundo, sin razas ni distinciones, como lo hizo este Papa que se nos ha ido». La voz del Tío Caquichu, patriarca de los gitanos de León, suena un poco más temblorosa si cabe cuando se emociona, por la intensidad de actos de estas características, y por la dimensión del tema que toca. La integración no iba a quedar fuera del orden del día en las Jornadas de Exaltación del Pueblo Gitano, que ayer vivieron un acto emotivo bajo el puente de San Marcos, a la vera del Bernesga, con un simbólico lanzamiento de flores: «Si todos pensáramos en el bien, en vez de en el mal, el mundo sería maravilloso». El panorama que dibuja el Tío Gira es menos bucólico: «Digamos que nos consideramos integrados algunos más que otros, porque todos sabemos que todavía hay rechazo, pero el problema está a flor de piel en mucha gente. Hay de todo un poco, tenemos casos reales, que están hay, y lo mismo que hay gitanos que a lo mejor hacen cosas a veces, otras veces las quejas son injustifcadas, y se siente. Lo mismo me da que me corten un dedo, que me corten tres. El dolor es el mismo. Pues con esto, pasa lo mismo». Programa de actos El programa de las jornadas contempla, desde ayer y hasta el día 6 de mayo, exposiciones en el Centro Cívico de El Crucero, bailes y cantes, la entrega de los premios Gitano 2005 y la Fiesta El Pelé, bajo la colaboración de la Asociación Gitana Hogar de la Esperanza, la Fundación para el Secretariado General Gitano, el Ayuntamiento de León y el Fondo Social Europeo. Acudió al evento Martín Muñoz, intendente mayor de la Policía Local, lejanos ya los tiempos de los tópicos con la Guardia Civil, y esas cosas que pasaron de moda hasta en los chistes. Y en política hay ganas de hacer lo mismo, o por lo menos, eso se manifiesta: «Se acabaron los tiempos en los que la integración era patrimonio exclusivo del PSOE» dice la concejala de Juventud y Fiestas del Ayuntamiento de León, Cristina Gómez, en nombre del PP: «Es una forma de conmemorar lo que ha sido el peregrinar de los gitanos a través de los tiempos y los países, y creo que es el símbolo y la expresión de este pueblo. La comunidad gitana está muy integrada en León, pero hay que intensificar el trabajo en ese sentido» declaró convencida la representante de la clase política local. Vino luego la hora en la que el río se llenó de pétalos, y a la cabeza vino sin querer la imagen y al oído el sonido de aquel estribillo mítico: «Antonio Vargas Heredia, flor de la raza calé». Nunca mejor dicho.