Y de aquellas truchas, estos lucios

Picó, picó Luis Miguel Fierro González y Matías García Fierro fueron a darse una vuelta por el coto de pesca de Marne el pasado domingo, y se encontraron con que, en lugar de las truchas que buscaban, de acuerdo al premiso, la licencia y todas esas cosas, terminaron sacando del agua un lucio de 120 centímetros y 14.600 gramos de peso. Si piezas de este tipo campan por zonas de esas características ¿cómo estarán las demás?. De momento, por de pronto, la fotografía da cuenta de las dimensiones del animal, que en una primera inspección, daba la sensación de estar en pleno periodo de desove, que no a dieta, a juzgar por la más que previsible aparición de alguna trucha en su estómago. Fue pescado a cucharilla, no sin el esfuerzo de rigor. No se pasó el arroz El pasado domingo, coincidiendo con la jornada festiva en la que, a pesar de tal, sus instalaciones permanecieron abiertas al público, el centro comercial E. Leclerc organizó una paellada para cerca de 1.000 personas. La gran paellera, de 260 centímetros de diámetro, permitió preparar raciones para todos los asistentes, cara a lo cual se utilizaron 100 kilos de arroz, además 200 kilos de comida entre langostinos, pollo, conejo, congrio, almejas y pimientos, entre otros ingredientes. Pendón, pendón... La tradicional romería en honor a la Virgen de Santa Catalina, en Cimanes del Tejar, se celebró el pasado sábado con la participación de los pueblos de Azadón y Secarejo por añadidura. Con este motivo, se extrenó para la ocasión el pendón de Cimanes, recién restaurado, que costeó y encargó la Junta Vecinal de Cimanes del Tejar, bajo la subvención del Ayuntamiento. El pendón fue confeccionado por las monjas Carbajalas de León y entregado la semana pasada a la Junta Vecinal, que procedió a su bendición en acto público que dirigió el párroco de la localidad. El príncipe copión El príncipe Enrique de Inglaterra hizo trampas en un examen de arte al presentar como suyos unos dibujos pintados por un enseñante, según una ex profesora que ayer declaró ante un tribunal laboral. Sarah Forsyth, empleada del elitista centro inglés de Eton hasta el verano de 2003, afirmó que el príncipe era visto como un estudiante