Investigan a escolares de Vallecas por vejar a compañeros de 7 años

Varios chavales de doce y trece años de un colegio de Vallecas (Madrid) han sido trasladados de centro mientras la Fiscalía de Menores investiga si son autores de vejaciones sexuales a compañeros de seis y siete años durante la hora de la siesta. Todo ocurrió hace un par de semanas. Varios adolescentes encargados de vigilar a los más pequeños durante la siesta por falta de personal les obligaban a hacerse felaciones y tocamientos entre ellos mientras miraban y les hacían lamer el suelo y sus zapatos. La dirección del centro se enteró de la situación porque una profesora observó a dos niños practicando tocamientos detrás de un contenedor y estos le explicaron que les habían obligado a hacerlo los compañeros mayores. Fue el propio colegio quien informó a los padres de lo sucedido, pero les pidieron que no denunciaran los sucesos. La pasada semana, y ante la gravedad de los hechos, los progenitores de cuatro alumnos afectados decidieron presentar una denuncia en la comisaría de Puente de Vallecas, por lo que el caso está ya en manos de la Fiscalía de Menores y del Grupo de Menores de la Policía. Al parecer, serían cuatro los menores afectados, según una familiar de los niños, aunque todavía no se ha podido precisar durante cuanto tiempo se produjeron las vejaciones. Los agresores lo contaron Los agentes del grupo de menores de la policía hablaron con el colegio y con los niños afectados y han identificado ya a los agresores. Todos ellos son menores de catorce años, por lo que no pueden ser imputados de un delito de acuerdo con la actual Ley del Menor y tampoco serán internados en ningún centro. Algunos alumnos de primero de la ESO del colegio Liceo Cónsul de Entrevías aseguraron ayer que se habían enterado de los presuntos abusos sexuales sufridos por otros menores de ese centro por los propios agresores. «Dos chavales se lo contaron a sus amigos y luego acabamos enterándonos todo el colegio», aseguró uno de los menores consultados. Los rumores en el centro apuntan a que los agresores «amenazaban con pegar a los niños si no hacían lo que les ellos les decían». El colegio Liceo Cónsul no ha querido hacer ningún tipo de declaraciones al respecto.