España podrá recibir fondos europeos para paliar los efectos de la sequía Cerca de 50 millones de trabajadores europeos sufren exceso de ruido

Los municipios afectados por la mayor sequía por la que atraviesa España desde hace 60 años (ha llovido el 37% menos que la media en ese periodo) podrán beneficiarse de ayudas procedentes de fondos comunitarios. El Parlamento Europeo ha propuesto la creación de un Observatorio Europeo de la Sequía y ha ofrecido a nuestro país la posibilidad de acogerse al Fondo de Solidaridad de la UE, cuya finalidad es socorrer a los Estados miembros afectados por catástrofes. Está dotado con 1.000 millones de euros anuales y se aplica cuando los daños directos causados por desastres naturales superan los 3.000 millones de euros o el 0,6% del PIB del país afectado. Según las organizaciones agrarias españolas, los efectos de la sequía y las heladas han causado hasta el momento unas pérdidas estimadas en 2.000 millones de euros. Las Comunidades más afectadas son Murcia, Valencia, Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares y La Rioja. El Parlamento Europeo ha pedido, además, que se establezca un régimen de seguros comunitario o un mecanismo de compensación para catástrofes, mejorar el acceso a las ayudas de la PAC y que se faciliten subvenciones para prevenir los incendios forestales, una de las principales consecuencias de la falta de precipitaciones. El Ministerio de Medio Ambiente, por su parte, ha indicado que ante el periodo crítico por el que atraviesan muchas zonas se dará prioridad al abastecimiento de la población y se acelerará la construcción de plantas desalinizadoras tanto para suministro como para riego. Algunos consejos Ante la petició n de un uso más racional del agua por parte del Parlamento Europeo, en especial en el sur de Europa, conviene tener presente algunas recomendaciones. Recuerde que la ducha es el mejor sistema para la higiene diaria ya que consume hasta seis veces menos agua que el baño. Además, puede utilizar cabezales de ducha de bajo consumo que son muy eficaces y no notará la diferencia. Algunos modelos mezclan el agua con aire de forma que mantienen la presión y permiten disminuir hasta la mitad la cantidad del chorro de agua. Repare las averías en grifos y tuberías. Una gota por segundo supone pérdidas de 30 litros diarios. Aunque existen cisternas con dos tipos de vaciado, dependiendo del uso que se haya dado, se puede realizar una operación similar colocando en su interior una botella llena de agua para que el volumen almacenado sea menor. Es aconsejable no lavarse los dientes ni afeitarse con el grifo abierto con lo que se puede ahorrar, como mínimo, 10 y 20 litros respectivamente en cada operación. Riegue las plantas al anochecer para evitar pérdidas por evaporación y decántese por especies autóctonas, consumen menos agua y no exigen el uso de productos químicos para su mantenimiento. Lave frutas y verduras en un recipiente, nunca debajo del grifo. Utilice detergentes ecológicos, sin fosfatos, se disuelven más fácilmente en el agua. No abuse de la lejía porque rompe el equilibrio bacteriano de las estaciones depuradoras y dificulta su trabajo. Y en cuanto a lavadora o lavavajillas, utilícelos a plena carga y recuerde que los de clase A consumen menos cantidad de agua y detergente. La Unión Europea ha puesto en marcha la campaña «No al ruido» con la que se pretende sensibilizar a los ciudadanos de los riesgos derivados de una exposición durante las horas de trabajo a elevados niveles sonoros. Los datos no dejan lugar a dudas. Al menos 50 millones de trabajadores europeos (la tercera parte de los que hay en los quince antiguos Estados miembros de la UE) padece exceso de ruido durante la cuarta parte de su jornada laboral. Además, 40 millones de asalariados tienen que elevar el tono de voz para poder mantener una conversación con sus compañeros. En España, la situación no es mejor. Según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, la tercera parte de los trabajadores españoles de todos los sectores, en especial el de la construcción y el industrial, están expuestos a un nivel de decibelios superior al permitido. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que las consecuencias afectan a su vida social, favorece el aislamiento, se rinde menos en el trabajo y llega a provocar estrés y accidentes laborales. A ello hay que añadir la pérdida de audición calificada por la OMS como la enfermedad profesional irreversible más frecuente. En este sentido, las cifras que maneja la UE indican que la contaminación acústica excesiva hace perder capacidad auditiva a 13 millones de trabajadores. La campaña, que se extenderá por los veinticinco países de la UE, los candidatos y los pertenecientes a la Asociación Europea de Libre Comercio, invita a la participación de empresas, sindicatos, asociaciones y representantes sanitarios y se apoyará en carteles y folletos informativos. La Comisión Europea ultima una Directiva que comenzará a aplicarse a partir del 15 de febrero del año 2006 que contempla, además de reducir el nivel máximo de decibelios al que deben estar expuestos los trabajadores, la puesta en marcha de acciones preventivas y otras actuaciones como la evaluación de los niveles sonoros a los que están expuestos grupos de riesgo como residencias de ancianos, hospitales, colegios.