Peñalba en un libro de culto

Recién salido del seminario, el joven sacerdote de San Cristóbal de la Polantera Benjamín Martínez, llegó a Peñalba de Santiago y San Pedro de Montes un buen día de 1931. Y lo hizo a lomos de una mula y recorriendo las tortuosas sendas que en tiempos de la República eran el único camino al Valle del Silencio. Un año en la Tebaida berciana le valió para escribir una obra de culto sobre los dos monumentos históricos -la iglesia mozárabe y el monasterio benedictino- de la que sólo editó una decena de ejemplares al poco de comenzar la guerra civil y que setenta años después ha vuelto a recuperase para satisfacción de bibliófilos, eruditos y curiosos gracias al empeño personal del catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha Adelino Álvarez y la licenciada en Bellas Artes Salomé de Paz. El libro Montes y Peñalba. Ensayo histórico artístico ha sido todos estos años una referencia casi legendaria para los estudiosos de Peñalba y Montes, que debían en muchos casos conformarse con consultar el ejemplar que se conserva en la Biblioteca de Ponferrada. El Ayuntamiento de la capital berciana lo vuelve a publicar, esta vez con una edición de un millar de ejemplares, con notas corregidas y actualizadas por Adelino Álvarez y las 32 ilustraciones y figuras del propio Benjamín Martínez restauradas por Salomé de Paz. «El buen grano se vende solo», decía ayer el catedrático de Lengua Española de la universidad castellano-manchega, cuando recordaba durante la presentación del volumen en la Casa de Cultura que prácticamente la primera, y mítica, edición del libro fue a parar a manos de las cinco sobrinas de Benjamín Martínez. Los dos editores de la obra resaltaron la vigencia de un trabajo que en su momento recopiló todos los conocimientos que existían sobre los dos monumentos y que con las notas actualizadas sigue siendo un a obra imprescindible. La reciente aparición de pinturas y nuevas inscripciones en la iglesia de Peñalba, en fase de restauración, sin embargo, ya está haciendo pensar a Álvarez y a De Paz en editar una segunda edición en un futuro inmediato. «Sólo esperamos a que se agoten los mil ejemplares de esta para comenzar con la siguiente», aseguraba minutos antes de la presentación Adelino Álvarez, bajo la mirada complacida del concejal de Cultura, Manuel Rodríguez, y de quien hoy podría considerarse sucesor de Bejamín Martínez en el cuidado de las almas de los últimos vecinos de la zona, el rector de la basílica de La Encina, Antolín de Cela.