La calidad del aire que se respira en Castilla y León es buena Cumplir los límites legales

De acuerdo con la legislación vigente, el aire que se respira en Castilla y León se puede considerar de buena calidad. Esta es la principal conclusión que se extrae del Informe sobre la Calidad del Aire 2004 hecho público por el consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo. Con la presentación de este documento se da cumplimiento a la obligación por parte de la UE de difundir la información medioambiental a la sociedad, recogida también en la Estrategia de Control de la Calidad del Aire de Castilla y León. El texto se basa en los datos obtenidos tras la medición en continuo de los valores de inmisión de seis contaminantes (dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, ozono, partículas y benceno), por su relación con la protección de la salud y conservación de los ecosistemas, y para los que la legislación establece las concentraciones máximas permitidas en el aire ambiente de dichos contaminantes. Según afirmó Fernández Carriedo, «la procedencia de los contaminantes puede ser de origen antrópico, generada por la actividad humana (tráfico rodado, focos domésticos e industriales), y natural, debida a la situación geográfica y a la meteorología propia de la zona, como puede ser la insolación». Explicó, igualmente, que en el informe también se recogen las tendencias de los niveles de inmisión, gráficas en las que se analiza la evolución de los contaminantes, así como planes de actuación. Mayor información Según anunció el consejero, los contaminantes más destacados a lo largo del pasado año fueron el ozono troposférico y las partículas en suspensión. Por lo que respecta al ozono, Fernández Carriedo recordó que es un contaminante muy complejo, del que se tienen escasos conocimientos en cuanto a su producción, propio del periodo estival y asociado fundamentalmente a la insolación y a ciertas sustancias precursoras, algunas de ellas naturales, contenidas en la atmósfera. La UE establece un nivel de información cuando se superan los 180 microgramos/m 3 , y un nivel de alerta de 240 microgramos/metro 3 y, como los grupos de riesgo son los ancianos, niños y personas con problemas respiratorios, la mejor medida preventiva es evitar la exposición solar y los esfuerzos en las horas centrales del día. El consejero afirmó que, «durante el año 2004 se produjeron ocho superaciones en el nivel de información, siete en Valladolid y una en Medina del Campo, sin que en ningún momento se rebasase el de alerta». En cuanto al segundo contaminante, las partículas, Fernández Carriedo explicó que constituyen otro de los contaminantes que presentaron niveles más altos de concentración en el aire ambiente. Se trata de un fenómeno de carácter esporádico provocado por intrusiones de partículas saharianas, que si bien puede afectar al resto del continente, son mucho más frecuentes en España. Aunque el valor límite anual es de 44 microgramos/metro 3 , durante el año pasado tan sólo se superó en una ocasión en Valladolid. En este sentido, afirmó que «aunque pueden aumentar los valores registrados, se recupera la normalidad al desaparecer la situación climatológica y no justifican generar alarmas». Por último, recordó que la Junta de Castilla y León ofrece a través de su página Web los datos diarios ofrecidos por la estaciones de control, «estando previsto que a lo largo de este año se puedan dar a conocer cada hora los resultados de medición de todos los contaminantes establecidos por parte de la UE, aunque los valores se validarán cada veinticuatro horas». En el año 1990, la Consejería de Medio Ambiente inició el despliegue de la Red de Medición de la Contaminación Atmosférica, siendo sus principales objetivos determinar el estado de la calidad del aire, informar a los ciudadanos, establecer situaciones de alerta o emergencia y el grado de cumplimiento de los límites legales, evaluar los efectos y riesgos sobre personas, otros seres vivos y el patrimonio arquitectónico y, finalmente, realizar un seguimiento de la difusión de contaminantes. La Red está formada por 67 estaciones, 36 públicas y 31 privadas. Dentro de las primeras, están las 27 que dependen de la Junta, distribuidas por las capitales de provincia y las localidades de Aranda de Duero, Guardo, La Robla, Medina del Campo, Miranda de Ebro, Velilla del río Carrión, Ponferrada y Venta de Baños, a las que se añade una estación móvil. Además, hay 7 dependientes del Ayuntamiento de Valladolid y una que pertenece al Ministerio de Medio Ambiente que mide los niveles de fondo (la contaminación natural), ubicada en la localidad zamorana de Peñausende. Por su parte, la red privada cuenta con 31 estaciones asociadas a las empresas Fasa-Renault (4), Michelín (2) y Cementos Cosmos (3), y a las centrales térmicas de Anllares (8), Compostilla (8), La Robla (4) y Velilla del río Carrión (2). «Durante el año 2004 se produjeron ocho superaciones en el nivel de información, siete en Valladolid y una en Medina del Campo, sin que en ningún momento se rebasase el de alerta». FERNÁNDEZ CARRIEDO Consejero de Medio Ambiente