Diario de León

Creado:

Actualizado:

EL FRANCÉS es chulo de por sí. Por allí lo llaman chauvinismo y por aquí grandeur de rabo tieso, pero es chulo. Chulería es creerse el más. Parece el caso. Francia se ve como obelisco y, por eso, generalmente mira siempre desde arriba, a veces despreciando, a veces escupiendo (cuando un salivazo lanzado desde la torre Infiel le cae en el tarro a un turista, parece que le ha cagado un avestruz). Antes se decía «cuando Europa se constipa, París estornuda». Hoy, el estornudo francés llena el aire de virus y miasmas y el sueño europeo es el que acaba en el hospital con neumonía. Le echaron pelotas de sílex los franceses y dijeron no. Al taller con la constitución, a revisión, a cambiarle carburaciones y escapes. Velahí abollada y sin bujías. No fue buena cosa empezar los referendums europeos por la España del europeísmo tardío que parecía querer dar lecciones de continentalidad a unos países que casi nos ven como turcos, o sea, africanos sub-pyrinées. En el no francés parece haber, sin embargo, más reflexión, debate y responsabilidad que en el sí español, que era consigna más que conocimiento o fe, aunque también late en ese plantón francés cierto desprecio a los países últimos y pobres de esta reunión de rabadanes. Así lo dice Le Pen fumándose todo respeto y lo aplaude el facherío gabacho que ahora se cisca en su antigua grandeur colonial que lo pone todo perdido de argelinos y bronca morena contaminando sus barrios y su raza, la pureza de Astérix. El fascismo francés dijo no, pero el comunismo (aquel de la teoría de clases que ahora son aulas), también. Rara cosa parece tal concordancia. Pero es síntoma. Esta constitución tiene un traje de Armani por delante y, sin embargo, vista por detrás, enseña un culo con espinillas, un banquero empalmado, un trabajador de antibióticos con cara de chino y un alemán chiflando con capadora. Los holandeses tampoco parecen dispuestos a comulgar; son protestantes. Vendrán después más noes y algo tendrán que hacer para que no acabe preñada hasta la abuela. Así que el revés francés es buena cosa. Obligará. Será necesaria una reconsideración de aspectos y profundidades. Hay estornudos franceses que vinieron muy bien a la historia europea y del hombre, enciclopedias, revoluciones y luces, así que esta consitución mejorará.

tracking