Los sepelios comenzaron sin que pueda todavía precisarse el número exacto de víctimas de la matanza y mientras prosigue la búsqueda de cadáveres entre los escombros de la escuela.
En las morgues de Beslán y Vladikavkaz se situaron, en camillas alineadas en hileras, los cadáveres de los fallecidos para que sus familiares pudieran llevar a cabo la identificación
La falta de espacio ha llevado a las autoridades a autorizar la sepultura de las primeras víctimas recuperadas el mismo día del asalto.
Las primeras ceremonias religiosas, la mayoría según el rito cristiano ortodoxo, religión mayoritaria en Osetia del Norte, comenzaron en Beslán, donde el primer día, el domingo día 5, se enterraron 18 víctimas.
Por grupos, hombres y mujeres separados, familias o clanes enteros participaron en las exequias.
Las imágenes de dolor se sucedieron en estos cementerios improvisados.
Al luto generalizado en Beslán se unió una de las principales voces públicas en Rusia, la del patriarca ortodoxo Alexis II, que pidió que todas las iglesias rusas dediquen sus homilías a los muertos de Osetia.
Un día más tarde de que empezaran los entierros, el lunes día 6, Rusia vivía la primera de las dos jornadas de duelo decretadas por el presidente Vladimir Putin.
Las banderas ondearon a media asta en todo el país.
En medio de las muestras de duelo nacional Beslán sigue enterrando a los suyos. El duelo y el dolor acompañaron a las miles de personas que dieron el último adiós a los fallecidos.
Este lunes se enterraron a otras 104 personas fallecidas en el asalto a la escuela.
La mayoría de los sepelios han sido costeados por la administración del distrito norosetio.