Las estrellascaníbales dan pistassobre el principio de los tiempos
Las estrellas caníbales, tan antiguas como el universo, revelan cómo era el espacio al principio de los tiempos y explican los misterios del Big Bang. Así lo dicen astrónomos de la Open University (OU) británica. Un grupo de estrellas de 13.000 millones de años de antigüedad estaban «aturdidas» por una fase anterior de su formación. Eran, por decirlo en otras palabras, estrellas caníbales. Este descubrimiento no sólo explica el origen de esas estrellas sino que refuerza la teoría del Big Bang, la rápida expansión del universo que se considera como el origen del tiempo y del espacio, así como de la materia de la que estamos hechos. El doctor Sean Ryan de la OU estaba investigando algunas de las estrellas más antiguas del universo, que se formaron a partir de nubes de gas no mucho después del Big Bang, y encontró algunas muy raras, pues no contenían nada de litio, un metal que los astrónomos creen que se produjo en el Big Bang. Según Ryan, sus observaciones demostraron que alrededor de una de cada 20 estrellas no tenía litio, por lo que algunos astrónomos creyeron que eso suponía que no habían entendido bien algún fenómeno importante del Big Bang y del origen del universo. Con el telescopio William Herschel se han hecho observaciones nuevas y más detalladas de esas estrellas especiales. Utilizando instrumentos de alta precisión, el equipo de Ryan descubrió que la mayoría de las estrellas sin litio giraban más deprisa. El doctor Ryan explica que nadie había visto antes nada igual. Las estrellas de 13.000 millones de años no giran muy deprisa, pero éstas giraban con una energía 16 veces superior a la del Sol, la estrella más cercana. Sabían que esa energía sólo podía provenir de una fuente: de otra estrella. El doctor Ulrich Kolb, astrónomo de la OU especializado en estrellas interactivas, señala que cuando estas estrellas se formaron a partir de nubes de gas, no sólo se formó una, sino dos muy próximas. Eso fue lo peor: que estaban demasiado juntas. A medida que fueron haciéndose más viejas, la más pequeña se iba «comiendo» las capas exteriores de la grande. Ahora, de aquella estrella grande queda muy poco, pues ha sido engullida por su compañera. Ese material capturado por la estrella pequeña es el que hace aumentar la energía que se convierte en fuerza de giro. Precisamente fue ese giro con más fuerza lo que llevó al descubrimiento de la historia de estas estrellas. El equipo de la OU, en el que participan astrónomos españoles, cree que el litio desapareció por las reacciones nucleares que se produjeron poco después de que una estrella se comiera a la otra. Las observaciones midiendo la velocidad de movimiento de las estrellas se realizaron a través del telescopio Herschel, instalado en las Islas Canarias, donde el cielo es habitualmente más claro, mediante una técnica llamada espectroscopia Doppler.