Es obligatoria la trazabilidad Un estudio español explica la extinción de los dinosaurios Un asteroide puede impactar en la Tierra en el año 2034 El «Volcán del Fuego» registra la mayor erupción en veinte años

España es uno de los países comunitarios con mayor consumo de huevos por persona al año, ya que los consumidores consideran este alimento como un producto nutritivo, sano y seguro. Así mismo, Castilla y León es una de las Comunidades Autónomas donde se concentra una de las mayores producciones de huevos en España. Pero los consumidores cada vez demandan más información a cerca de los alimentos que consumen, interesándose en conocer su origen, forma de producción, y exigen garantías de calidad y seguridad. Por ello, la Unión Europea ha establecido un sistema de etiquetado y marcado que informa al consumidor sobre el origen y forma de producción de los huevos que adquiere. Esto supone un riguroso control en todas las etapas de producción, transformación y distribución del huevo desde las granjas de producción hasta los centros de embalaje donde se llevan a cabo las tareas de selección, clasificación, envasado y etiquetado. Durante este proceso es posible seguir el rastro del huevo desde la granja a la mesa, lo que se conoce como trazabilidad, y deben seguirse estrictamente todas las normas de higiene en la manipulación del huevo y cumplirse la legislación específica que afecta a su comercialización. Con estas medidas es posible localizar a lo largo de la cadena de producción cualquier partida en mal estado, identificar la causa y adoptar las medidas correctoras necesarias para asegurar la inocuidad de los huevos desde las granjas de producción hasta la mesa del consumidor. Para facilitar a los consumidores la interpretación de las normas de etiquetado y marcado del huevo, INPROVO (Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos) ha puesto en marcha una campaña informativa, financiada con ayuda de la Comunidad Europea y del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Marcado individual Según la normativa europea sólo son aptos para el consumo los huevos frescos denominados «Categoría A». Estos huevos deben presentar un aspecto externo con la cáscara y la cutícula limpias e intactas. Los huevos que no cumplen esta normativa son denominados de «Categoría B» y son destinados a la industria de ovoproductos y otros usos no alimentarios. Todos los huevos de «Categoría A» destinados al consumo humano directo, que se vendan envasados o a granel, deben ir marcados con un código en su cáscara. Este código está formado por una serie de dígitos que indican: forma de cría de las gallinas productoras (producción ecológica, camperas, suelo o jaulas), país de la Unión Europea del que proceden, identificación del productor, provincia, municipio donde está ubicado el establecimiento y localización de la explotación dentro del municipio. De este modo se identifica la procedencia de los huevos en cualquier punto de la cadena. El etiquetado de los huevos frescos, tanto los que se venden envasados como a granel, debe contener de forma visible toda la información relativa a: la fecha de consumo preferente, clases según el peso, indicación de la forma de cría de las gallinas productoras, consejos de almacenamiento, indicando que se aconseja mantener refrigerados los huevos después de la compra, nombre o razón social de la empresa que embale o haya mandado embalar los huevos, código del centro de embalaje autorizado por el Ministerio de Sanidad y Consumo, y número de huevos estuchados. Tras estudiar unos pequeños fósiles localizados en Alicante, investigadores españoles han encontrado evidencias que refuerzan la teoría de que la extinción de los dinosaurios se produjo de forma fulminante y fue debida al choque contra la Tierra hace 65 millones de años de un meteorito de varios kilómetros de diámetro. El análisis de los foraminíferos, organismos marinos unicelulares presentes en todas las capas geológicas, revela una extinción instantánea ya que en una sección correspondiente al límite entre el Cretácico y la Era Terciaria, se pudo comprobar que desaparecía el 90% de las especies de foraminíferos y existía un exceso de iridio, un elemento abundante en los meteoritos. Un equipo internacional de astrónomos ha alertado que la fuerza de la gravedad podría modificar la órbita de un enorme asteroide, el 2004 MN4, pudiendo provocar su colisión con nuestro planeta. Aunque advierten que la probabilidad del impacto es de 1 a 10, los científicos han señalado que sería muy útil conocer su composición y cómo podría verse modificada su órbita por la gravedad terrestre. Por eso, apuestan por mandar una misión tripulada para colocar en el asteroide un radio-faro de respuesta que indique su posición en todo momento y permita tomar medidas en caso de emergencia. Está situado en la ciudad mejicana de Colima y ha registrado la mayor erupción de las dos últimas décadas, habiendo expulsado una columna de lava, cenizas y rocas de cinco kilómetros de altura. La explosión, que estuvo precedida de otras de menor intensidad, arrojó una nube de ceniza de nueve kilómetros sobre el nivel del mar, así como material incandescente y provocó incendios forestales en la zona de seguridad del volcán, establecida en siete kilómetros. Ante la previsible erupción de gran cantidad de lava, las autoridades han alertado a los habitantes que viven en zonas próximas para que estén dispuestos a ser evacuados lo más rápidamente posible si fuese necesario.