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Gente de aquí | Peregrinos urbanos

Por un camino sin trabas

Más de 1.600 personas participan en una marcha, organizada por la Diputación de León, para concienciar a la sociedad sobre la integración de las personas mayores y con discapacidad

Publicado por
Abigail Calvo - león
León

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Alrededor de 1.600 personas participaron ayer en una marcha para demostrar que todo el mundo puede luchar por la igualdad y la integración. El punto de encuentro fue la plaza de la Catedral. Allí, mientras algunos jóvenes practicaban en el rocódromo, los participantes en la caminata fueron tomando sus posiciones. Lo importante no era llegar el primero, ni siquiera llegar, lo único estrictamente necesario era transmitir a todos aquellos con los que se cruzaban los peregrinos urbanos la necesidad de conseguir una integración en la sociedad, de tal manera que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos y puedan disfrutar de unas condiciones de vida óptimas y dignas. Es el tercer año que la Diputación de León organiza la Fiesta de la Integración. El primer año en Astorga, el segundo en La Bañeza y, en esta ocasión, en León. Cerca de 500 personas, de todas las que participaron, tenían algún tipo de discapacidad física, incluso los había que iban en silla de ruedas. Participaron personas de Asprona, Aspace, Ama y Alfaem. El director de Nuestra Señora del Valle, Alejandro García Montiel, resaltó que es necesario «sensibilizar y concienciar a la sociedad en general y a las administraciones de las demandas de los discapacitados y promover espacios comunes para la integración». El diputado de Bienestar Social, Agustín García Millán, insistió en que, con los recursos disponibles, la Diputación pretende provocar una «reacción positiva» en la sociedad. Por este motivo, explicó que desde la administración provincial se están llevando a cabo iniciativas, como campamentos en la playa o en la montaña y, en el futuro, está previsto hacer encuentros en casas rurales. A pesar de que gran parte de la sociedad está realmente concienciada, «aún se construyen edificios con barreras arquitectónicas y la integración en el marco laboral muchas veces ni siquiera se cubre en las instituciones públicas», remarcó García Montiel. En la mayoría de los casos sí que se cumplen todos los requisitos para eliminar las barreras arquitectónicas que impiden a los discapacitados físicos moverse libremente por su entorno, pero el director del centro de La Bañeza destacó que lo más difícil de romper son las «barreras mentales», que en muchos casos están realmente arraigadas en la sociedad. La diversión es una de las maneras de demostrar que todas las personas son iguales, por esto, tras la lectura de un manifiesto, los participantes pudieron disfrutar de una paellada.