Nace una cabra montés con el esperma de un macho muerto

Las técnicas genéticas pueden convertirse en la salvación de las especies que están en peligro de extinción. Si desde hace años se vienen haciendo experimentos en este sentido, incluso con animales que ya han pasado a la historia, un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia, ha dado un paso más al conseguir por primera vez en el mundo el nacimiento de una cabra montés con el esperma congelado de un macho que había muerto hace dos años. La utilización de este tipo de técnicas de reproducción asistida supone, según los investigadores que han participado en el proyecto, «un importante avance en el desarrollo de tecnologías reproductivas destinadas a la conservación de especies vulnerables en peligro de extinción». El esperma utilizado para realizar la inseminación fue obtenido de un macho montés de diez años de edad abatido en el invierno del 2003 en una cacería en la reserva de caza de Tejeda y Almijara (Málaga). El ejemplar fue elegido por la envergadura de sus cuernos, ya que un buen desarrollo de la cornamenta está asociado al vigor genético del animal. Los espermatozoides fueron recogidos del epidídimo (la parte del testículo donde maduran) cuatro horas después de la muerte del macho montés y se congelaron en nitrógeno líquido hasta que en diciembre del pasado año se inició la inseminación. La técnica utilizada en este caso fue la de la laparoscopia (acceso al útero a través de la pared abdominal), siguiendo el método de inyec-ción de los espermatozoides en el cuello uterino. La cabra montés que ha naci-do pertenece a una de las dos subespecies que todavía habita en España, ya que las otras variedades se han extinguido.