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Bretaña ya está en Babia

El instituto bretón Léo Ferré se hermana con el CRA de Huergas de Babia con un mural de Manuel Sierra que habla de las afinidades entre las dos regiones europeas

La obra ejecutada en las paredes del Léo Ferré

León

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Hacer que Bretaña esté en Babia y la comarca leonesa en la singular región del noroeste francés ha sido obra y gracia de los tres años de intensas relaciones entre el Colegio Rural Agrupado de Huergas de Babia y el Collége Léo Ferré situado en la localidad bretona de Scaër. Si el curso pasado fueron los babianos quienes recibieron la visita de los 40 alumnos y alumnas franceses, alojados en familias, este año el intercambio se hizo a la inversa y con un acompañante de lujo. El pintor lacianiego Manuel Sierra trasladó a las paredes del instituto francés su maestría en el muralismo y su claridad en la expresión, de un figurativismo cargado de geometrías y color, con una obra que, «como un libro abierto» relata las similitudes y diferencias entre Bretaña y Babia. «Es la visión de Bretaña de un pintor que no es de allí, que establece las conexiones que puede tener con Babia pero centrado más en el impacto que me produjo el tener contacto con aquella tierra», explica el artista, que asegura que aceptó la propuesta porque «creo en la enseñanza pública, democrática y laica y presencio el acoso y derribo a que está sometida a veces por el sistema y a veces por las propias familias». Con la incorporación del mural al colegio francés, Sierra reproduce una iniciativa demandada en numerosas ocasiones por el centro escolar babiano. Nada menos que 27 murales del pintor nacido en Villablino se pueden contemplar en el recinto educativo de Huergas de Babia. El centro francés tuvo su primer contacto con la obra de Sierra a través de las fotos que les remitieron desde Babia. La visita de los alumnos y profesores leoneses al collège francés se realizó a finales de mayo. «Esas estancias son la parte más visible del intercambio -precisan las profesoras, Carmen e Isabel- pero durante el resto del curso se llevan a cabo muchas otras actividades» como la correspodencia, el obsequio mutuo con productos típicos de cada zona en fechas señaladas, prensa, música, encuestas juveniles y experiencias profesionales. Además, se trata de un proyecto que el centro babiano realiza sin apoyo económico alguno, «lo vamos enriqueciendo de año en año», añaden las maestras. Los objetivos que persiguen son «romper fronteras, abrir caminos, propiciar vivencias, motivar el aprendizaje de idiomas, implementar un modelo educativo abierto y participativo», en definitiva, «dar vida, calidad y dignidad a nuestra escuela pública y rural». El centro concluye el curso con la semana cultural que comenzó ayer con un homenaje a El Quijote y un cuentacuentos y continúa con talleres de escritura, cocina y plástica, una salida a Gijón y un festival fin de curso el día 27, última jornada lectiva en los colegios de Castilla y León.

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