Un experto dice que los gais tienen padres «violentos y alcohólicos»

Los homosexuales son producto de un padre «alcohólico y hostil» y una madre «sobreprotectora». Es la tesis que defendió el catedrático de Psicopatología de la Universidad Complutense Aquilino Polaino, que intervino ayer en el Senado a propuesta del PP para asesorar a los parlamentarios. Las conclusiones del experto concitaron un alud de invectivas, especialmente de las organizaciones de gais y lesbianas, que tacharon de «homófobos» a los expertos citados por los populares. Polaino fue más allá y sostuvo que entre los homosexuales abundan las víctimas de violaciones y abusos sexuales. Para el catedrático Aquilino Polaino, que compareció en la Comisión de Justicia de la Cámara alta para ilustrar a los senadores sobre las repercusiones que tendrá el matrimonio homosexual, las personas que se sienten atraídas por otras del mismo sexo presentan un perfil psicopatológico. De acuerdo con el catedrático, el niño adoptado por una pareja homosexual padecerá graves taras en su desarrollo afectivo. A su entender, para que un niño crezca feliz y se eduque correctamente necesita unos modelos de referencia, que indefectiblemente son aportados por el hombre y la mujer, en sus papeles de padre y madre. Por ello, un niño criado por una pareja de gais o lesbianas tendrá más posibilidades de sufrir problemas de identidad personal. Según predijo, no sería extraño que en un plazo de diez años las personas criadas por homosexuales exigieran una reparación económica al Estado por «haber consentido que se haya quebrado su identidad personal». Polaino basó su argumentación en que los niños son «una esponja que lo observan todo y todo lo imitan e interiorizan». De ahí la imperiosa necesidad, según el catedrático, de que los «modelo de exposición social» estén constituidos por una pareja heterosexual. El especialista en Psicopatología arguyó que los homosexuales tienden a la inestabilidad emocional, cosa que perjudica el equilibrio psíquico del menor. «Hostiles y distantes» En opinión de Polaino, muchos de los homosexuales han sido educados por un padre «hostil, distante y alcohólico» y una madre «sobreprotectora» con los niños y fría con las niñas. Así las cosas, los gais y lesbianas presentan en ocasiones ausencia de destrezas motoras y juegos, dificultades de identificación con sus iguales del mismo sexo, timidez extrema y traumas por haber padecido abusos sexuales y violaciones. En su exposición, el catedrático aseveró, según un estudio en el que se analizó a 160 personas con conducta homosexual, que un 30% de ellos había solicitado ayuda por haber padecido agresiones sexuales. Depresión grave, trastornos obsesivo-compulsivos, ideas de suicidio, ansiedad generalizada, propensión al consumo de drogas, narcisismo patológico y esquizofrenia son algunos de los rasgos asociados a la homosexualidad, según Polaino. Promiscuidad El catedrático de Psicopatología puso en duda que la promiscuidad que se atribuye a los homosexuales sea la mejor manera de garantizar el equilibrio emocional de los hijos. En este sentido, esgrimió un estudio de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais y Transexuales (FELGT) según el cual un homosexual tiene a lo largo de toda su vida una media de 39 relaciones. Algunos de los puntos expuestos por Polaino fueron rebatidos por el decano del Colegio de Psicólogos de Madrid, Fernando Chacón, quien rechazó la tipificación de la homosexualidad como una «patología». Chacón, que intervino a petición de Coalición Canaria, aseveró que hay estudios sobre la cuestión para todos los gustos: unos se posicionan a favor de la educación de niños por parejas del mismo sexo y otros en contra. Pero ninguna de las investigaciones ha logrado demostrar de forma indiscutible que una orientación sexual determinada de padres y tutores sea nociva para los hijos.