España es el país europeo más afectado por los procesos de desertización
Aunque son varios los factores que intervienen en la desertización del suelo, es probable que sin la intervención humana los fenómenos erosivos naturales estarían compensados por la formación de otros nuevos. España no es ajena a este grave problema y en la actualidad es el país europeo más afectado ya que sufre una desertización del 31,5% de su superficie, cifra que podría duplicarse si se incluyesen los terrenos afectados por una desertización incipiente o media. Y lo que es peor, el proceso se agravará en las próximas décadas, debido al cambio climático y a la intensificación de los fenómenos meteorológicos adversos como las sequías y las tormentas. Así se recoge en el borrador del Plan de Acción Nacional contra la Desertización, en el que también se afirma que catorce provincias tienen erosionado más del 50% de su superficie, en 7 de ellas el grado de desertización supera el 90%, y en dos se alcanza prácticamente el 100%. Por comunidades, las más afectadas son las de Murcia, Valencia, Canarias y Andalucía. Las provincias de Las Palmas y Alicante tienen erosionado prácticamente el 100% de su territorio, a las que se unen Murcia (99%), Tarragona (98%), Almería (96%), así como Castellón y Valencia, con más del 90%. Extremadura ha iniciado una ligera recuperación y sólo tiene niveles altos de desertización en el 0,59% de su superficie. Por su parte, en Cataluña, Castilla-La Mancha y Madrid, la desertización supera la tercera parte del territorio. Galicia, Asturias, Cantabria, casi todo el País Vasco y las provincias de León, Salamanca y Gerona se encuentran en el extremo contrario con niveles nulos o muy bajos de desertización, mientras que con un grado de erosión medio están Álava (15%) y La Rioja (30%). Si se talan los bosques para aumentar las actividades agropecuarias la tierra desnuda sufrirá distintas agresiones: la lluvia y el viento multiplicarán su poder erosivo, el riego contribuirá a salinizarlo y la quema de rastrojos o los incendios culminarán el proceso. Además, el exceso del pastoreo y la agricultura intensiva aumentan la presión y degradación del suelo provocado por el incremento del consumo de agua (más regadíos, sobreexplotación de los acuíferos), la fuerte mecanización y el uso de productos químicos. Los expertos piden a la sociedad tomar conciencia del problema y que contribuya a resolverlo con pequeños actos como el ahorro doméstico de agua.