Los especialistas alertan de la proliferación de gafas protectoras sin las debidas garantías sanitarias
Las gafas de sol homologadas reducen hasta en un 20% los problemas oculares
El uso de gafas de sol sin control puede originar cataratas, queratitis, y otras patologías más graves
Las características solares de nuestro país y la progresiva reducción de la protección ofrecida por la capa de ozono hacen especialmente preocupante para los expertos la proliferación del uso de gafas de sol sin las debidas garantías sanitarias. Lo más peligroso de exponerse a la radiación solar es que ésta se almacena en el cristalino y no se elimina, de forma que las investigaciones corroboran que al cabo de un tiempo produce daños como las cataratas, causantes de 17,5 millones de cegueras anuales en todo el mundo. También se producen otras patologías como úlceras epiteliales, degeneraciones corneales, edemas maculares y degeneraciones retinianas. Además, las gafas de sol comercializadas en bazares, mercadillos, puestos ambulantes o en los top manta (en los que se estima que se comercializarán este año nueve millones de gafas de sol), que no han pasado ningún control de calidad, ni óptico ni sanitario, pueden provocar queratitis, queratoconjuntivitis y otras patologías más graves como pinguéculas y pterigium (lesiones de la conjutiva) -además de las cataratas-. Rayos nocivos Estas patologías se producen como consecuencia a una incorrecta exposición a las radiaciones solares invisibles, radiación infrarroja y rayos ultravioleta, de los cuales los de tipo A son los más nocivos. La cuestión es que, además, este tipo de radiación no genera una respuesta inmediata que sirva de aviso al daño que pueda provocar, por lo que podemos no darnos cuenta del daño que estamos sufriendo. La sociedad actual se ha mentalizado de la importancia de la protección de la piel contra los nocivos efectos de la radiación ultravioleta e infrarroja que nos llega desde el sol. Pero en el caso de los ojos, el mensaje parece no haber calado entre la población y, a la vista de las estadísticas, es cada vez mayor el número de personas que adquieren gafas de sol en lugares no autorizados, exponiéndose así a graves perjuicios para la salud visual que a medio y largo plazo pueden ser irreversibles. Según el Colegio de Ópticos-Optometristas de España esta entidad, más del 70% de los 12 millones de gafas de sol que se comercializaron el año pasado en España se vendió en bazares o puestos ambulantes, sin pasar ningún control de calidad, ni óptico ni sanitario. El uso de gafas de sol homologadas disminuye en un 20% los problemas oculares relacionados con el sol, cuyas lesiones son irreversibles en la mayoría de los casos Se recomienda tener en cuenta una serie de consideraciones a la hora de elegir unas lentes que protejan adecuadamente de las radiaciones, tales como el filtro de protección para UVA (que va del nivel 0 a 4 según su capacidad de absorber la luz), el color del cristal, la intensidad luminosa y el tipo de radiación que va a recibir. Además, las gafas deben llevar la etiqueta CE que asegura que cumple con la normativa vigente en la Unión Europea. Otro de los consejos recomendados es que las lentes deben ser de cristal u orgánicas, nunca de plástico, neutras desde el punto de vista óptico y lo suficientemente grandes para cubrir de frente y lateralmente los rayos.