La primera piedra fue colocada en marzo del 2002. Después de 33 meses de construcción, uno de los museos de arte contemporáneo más importante de España se convirtió en una realidad.
Las obras, finalizadas el pasado mes de diciembre del 2004, contaron con un plazo de ejecución de tres años, y en ellas se invertieron 33 millones de euros.
El Musac es un laberinto de nueve salas de exposiciones gigantescas envueltas por amplias paredes de hormigón blanco revestido. El interior, pensado para espacios versátiles gracias a las puertas metálizadas móviles.
En el exterior, en pleno barrio de Eras de Renueva, los juegos de formas y la iluminación perimetral, con una invisible red de luces situadas a medio metro del suelo e integradas en la fachada, ofrecen una imagen del Musac flotante.
La inauguración de este espacio único, el 1 de abril del 2005, contó con unos invitados de excepción. Los Príncipes de Asturias fueron los encargados de abrir al mundo las puertas del Musac.
Si algo tiene el edificio de característico es la ingente obra de herrería que sustenta la fachada y sus 9.400 cristales inspirados en la vidriera de la Catedral, en la quinta nave del templo gótico leonés.
Los padres de la criatura. Luis Mansilla y Emilio Tuñón, son los arquitectos que han diseñado el empresionante edificio. También son los autores del Auditorio de León, premio nacional de arquitectura.
El director del centro es Rafael Doctor, un hombre con una reconocida trayectoria profesional siempre ligada al arte.
El Musac abrió sus puertas al público el pasado mes de diciembre con «Emergencias», una exposición de 55 artistas con la que se denuncian las grandes injusticias de la humanidad.
La exposición se prolonga a lo largo de las cinco salas del museo (3.400 metros cuadrados). Una de las obras estrella es esta fotografía de Pierre Gonnord, llamada «Antonio».
La muestra no es estática. Vídeos y proyecciones se convierten en los nuevos soportes del arte.
El medio ambiente, la guerra, las desigualdades sociales, la inmigración...son algunos de los temas sobre los que reflexiona el visitante en esta primera exposición.
Sólo en su primer mes de actividad, el museo leonés recibió la visita de más de 40.000 personas. Todo un récord.
La programación trata de ser participativa y hacer del museo un espacio vivo, por eso todas las semanas hay talleres, conferencias, proyecciones y todas aquellas actividades que hacen del arte al vivo.