Narbona confirma que Murcia riega su huerta con aguas fecales

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, reconoció ayer que «ha habido quejas contra productos de la huerta murciana vendidos fuera de España y que han generado algún problema de salud», ya que cuando «los regadíos no consiguen agua potable utilizan otro tipo de aguas». Así lo manifestó Narbona al ser preguntada sobre informaciones periodísticas que señalan que en el Consejo de Ministros que el pasado viernes aprobó el trasvase de 82 hectómetros cúbicos de agua a la Cuenca del Segura, la ministra alegó que los regantes de Murcia usarían aguas fecales si no llegaba la del Tajo. Narbona subrayó que «ese es un problema real que debería preocuparles también a los castellanomanchegos porque en toda España tomamos hortalizas de los magníficos cultivos de Murcia». Señaló que cuando Castilla-La Mancha mantiene la postura de que sólo está dispuesta a ceder agua para abastecimiento en contra de lo que dicen las propias normas legales, olvida «cuestiones como ésta: con qué se está regando si no hay agua para los regadíos». Las reacciones El consejero de Agricultura y Agua de la Región de Murcia, Antonio Cerdá, acusó ayer a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, de «atender a criterios partidistas y rechazar los técnicos a la hora de determinar la cantidad a trasvasar desde los embalses de la cabecera del Tajo a la cuenca del Segura». Asimismo, Cerdá prosiguió criticando que «Narbona no consulta a los técnicos de su Ministerio, sino a otra gente que pulula a su alrededor y que de agua saben bien poco», indicaron fuentes de la secretaría general de la Presidencia y Relaciones Externas. Antonio Cerdá, quien calificó de «decepcionante y lesiva para Murcia» la decisión tomada por el Consejo de Ministros, consideró que eran «perfectamente atendibles» los 120 hectómetros cúbicos que demandaba el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura. En su opinión, «hay reservas suficientes, ya que los pantanos de la cabecera del Tajo acumulan 520 hectómetros, por lo que se podían haber desembalsado 120 y no hubiese ocurrido absolutamente nada, como demuestra el hecho de que ya se ha realizado en peores circunstancias en otras épocas».