30.000 restos de naves y satélites orbitan sin control
Diversos estudios realizados por las agencias espaciales europea y norteamericana, ESA y NASA, concluyen afirmando que en el espacio hay cerca de 30.000 objetos que pueden ser captados por los radares, al tener un diámetro mayor de diez centímetros. De las más de 4.000 naves y satélites lanzados en las cuatro décadas de historia espacial, unos 9.000 permanecen en órbita, aunque sólo el 7% pueden considerarse útiles. El resto, constituyen la llamada «basura espacial», antiguos satélites y fragmentos desprendidos de las misiones espaciales y restos de las colisiones o estallidos voluntarios o accidentales registrados desde la década de 1960. A ellos hay que añadir los 150.000 objetos que van desde partículas microscópicas hasta fragmentos de entre uno y diez centímetros cuya colisión con una nave o satélite podría llegar a destruir. Para evitar las colisiones, la Estación Espacial Internacional es la única que cuenta con un escudo protector. Para los demás ingenios espaciales, los científicos recurren a modelos matemáticos a los que aplican la ley de probabilidades y permiten predecir que un satélite de 100 metros cuadrados de superficie orbitando a 400 kilómetros de altura tardará más de 10.000 años en chocar contra uno de esos fragmentos. La realidad es bien distinta y, según los expertos, el tiempo medio de colisiones es de 10 años. Recientemente, la ESA ha diseñado un software para evaluar el riesgo de que un trozo de basura espacial impacte con una nave o un satélite y ha advertido a los operadores que eviten la fragmentación de los aparatos, las colisiones y los estallidos. Al terminar la vida útil de un satélite, los científicos proponen distintas soluciones como el despliegue de una vela que lo desvía a otras órbitas o el envío de una sonda espacial que bien puede impulsarlo hacia una dirección predeterminada.