Una de las cuestiones «primordiales» es el engrandecimiento del comercio electrónico
El nuevo DNI electrónico resultará «casi imposible» de falsificar
El coste del proyecto, que se llevará a cabo en dos años, asciende a 23,1 millones de euros
«Muy satisfechos» es como se consideraron el ministro del Interior, José Antonio Alonso, y el de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, tras firmar ayer un acuerdo de colaboración entre sus departamentos para el desarrollo del Proyecto Técnico del Documento Nacional de Identidad (DNI) electrónico. José Montilla aseguró que será «casi imposible» su falsificación. Tres son las cuestiones que Alonso citó como «primordiales» acerca del nuevo DNI: la seguridad frente a las falsificaciones, el aumento de capacidad de identificación y el engrandecimiento del comercio electrónico. El ministro dijo que España se convertirá en «un país de vanguardia dentro de la sociedad informática». El pacto supondrá un importe de 23,1 millones de euros distribuidos entre los años 2005 y 2006, de los cuales el Ministerio del Interior aportará 11.464.000 euros y el de Industria, Turismo y Comercio 11.642.000. El Documento Nacional de Identidad electrónico comprende dos elementos básicos: el soporte físico, es decir una tarjeta de policarbonato, y el soporte electrónico, con un chip criptográfico que contendrá información relativa a la identidad del ciudadano, además de su firma electrónica y los datos biométricos (huella dactilar e imagen social). Más personal e intransferible Las medidas de seguridad del documento superan las que posee el actual. Cada usuario del DNI electrónico tiene dos claves únicas, que serán una pública y otra privada, ambas relacionadas, ya que lo que cierra una (cifrar) sólo lo puede abrir la otra (descifrar). La fotografía tradicional se desplaza para dejar sitio al innovador chip, a través del cual las transacciones en Internet y la identificación del titular serán mucho más seguras, rápidas y cómodas. Hay una parte negativa -o que puede resultar más incómoda- dentro de este invento. Así, los documentos electrónicos requerirán un lector de tarjeta y un software que podrá descargarse en todos los ordenadores desde Internet. Del mismo tamaño y color, el documento electrónico de identidad costará 6 o 7 euros a todos y cada uno de los ciudadanos.