Científicos españoles diseñan la estructura de las alas del Airbus

El Airbus A380, el avión de pasajeros más grande del mundo, echó a volar el pasado 26 de abril desde el aeropuerto francés de Toulousse. El éxito del vuelo fue saludado de inmediato por los líderes europeos que presenciaron el acontecimiento como un gran hito de la industria aeronáutica europea y que pondrá al nuevo modelo en la rampa de despegue para superar a su más duro competidor: el Boeing. Pero el gigante del aire, aunque ya vue-la, no deja de ser un prototipo. Será necesario construir otros tres más y probarlos convenientemente para que el quinto, ya definitivo, pueda empezar a comercializarse en serie. ¿Y de qué depende que el mayor proyecto de la aviación comunitaria, con un presupuesto de 3.000 millones de euros, consiga el éxito deseado? En buena medida del trabajo de un equipo de la Escuela de Ingeniería de Caminos de la Universidad de A Coruña, que se encarga del cálculo de todo el esqueleto resistente de las alas del A380. «Las alas son la parte más im-portante del avión, sin alas no hay avión, por lo que puede decirse que el Airbus volará gracias a la universidad gallega», asegura sin tapujos Santiago Hernández Ibáñez, catedrático de Cálculo de la Escuela de Ingeniería de Caminos de la Universidad de A Coruña y coordinador de un proyecto en el que participan seis personas. Su misión será comprobar la se-guridad de toda la estructura interna del ala -un enjambre de paneles perpendiculares por el que circulan todo tipo de conexiones- lograr la mayor resistencia y estabilidad posible y conseguir también la máxima ligereza para obtener un mayor ahorro de carburante. Los cálculos de la Universidad serán la base para que una comisión internacional certifique el próximo año que todo está en regla. Entonces, el Airbus dará el despegue definitivo. Cada una de las alas del Airbus A380 tiene un peso de 30 toneladas, incluidos todos los elementos que lleva en su interior y que conectan a esta estructura con el resto del avión. Cada ala tiene una longitud de 45 metros y una anchura máxima de once metros. La parte que va unida al fuselaje mide tres metros de alto, lo que da idea de sus gigantescas propor-ciones. Las alas se fabrican en Gran Bretaña y se montan en Francia. Un rompecabezas Las alas del Airbus A380 están fabricadas en su mayor parte con un material moderno denominado CFRP, una fibra de carbono que en algunas partes irá mezclada con aluminio y en otras sólo se utilizará este metal. Conseguir que todo encaje para lograr los objetivos previstos supone un trabajo de una gran complejidad. «Es una estructura muy difícil, y cada uno de los materiales presenta un comportamiento muy distinto para, por ejemplo, adaptarlo a las diferencias variaciones tér-micas». Se trata, en definitiva, de un gigantesco rompecabezas de complejo encaje. Una prueba de lo que supone este desafío lo demuestra el hecho de que el avión pasará de soportar 40 grados de temperatura en el aeropuerto de Málaga-uno de los pocos españoles donde podrá aterrizar- a -40 grados cuando se encuentre en vuelo.