Deja al menos 15 muertos en el mayor desastre natural en la zona en los últimos 40 años
El huracán Dennis se refuerza al barrer Cuba y Haití y amenaza Florida
Más de un millón y medio de cubanos tuvieron que ser evacuados ante la siuación de alerta
Al menos diez muertos en Cuba y cinco en Haití, más de un millón y medio de cubanos evacuados y un estela de destrucción dejó el poderoso huracán Dennis, que atravesó la isla por la región central y siguió la madrugada de este sábado su ruta a La Florida (EE.UU) y el Golfo de México. A su paso destructor por la isla, Dennis se debilitó a la categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, de 5, luego de haber entrado a Cuba con vientos sostenidos de 240 kilómetros por hora y como ciclón categoría 4, indicó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) en Miami. A primera hora de ayer sábado el huracán Dennis salió del territorio de la isla por la población de Santa Cruz del Norte, al occidente de La Habana. Al salir de Cuba, el ciclón se encuentra a 180 kilómetros de la ciudad más sureña de Estados Unidos, Key West (Cayo Hueso) y se dirige con vientos de 175 kilómetros por hora hacia el Golfo de México. Dennis, el primer huracán de la temporada ciclónica, es el más mortal que ha azotado a la isla en los últimos 40 años. Ocho personas murieron en la provincia de Granma y dos en Santiago de Cuba, en el oriente, según el saldo preliminar que dio el propio presidente cubano Fidel Castro el pasado viernes. El panorama era desolador en pueblos de la región centro y suroriental de la isla: grandes extensiones de cultivos arrasados, miles de viviendas destruidas o dañadas, poblados inundados y aislados, tendidos eléctricos y de comunicación derribados y cientos de árboles caídos. Más de un millón y medio de personas permanecen refugiadas en 1.500 albergues y en viviendas de zonas más seguras, lejos de las costas y las áreas bajas y montañosas, en todo el país. «En los casi 50 años que tengo nunca había visto algo igual», dijo un habitante de una población de la suroriental provincia de Granma, tras mirar su casa destechada y los árboles caídos, según imágenes transmitidas por la televisión local. Castrol, al tanto Durante más de cuatro horas, el presidente cubano, vestido de verde olivo y con todos sus grados de comandante en jefe, recibió, vía telefónica desde distintos puntos del país, información de la situación por parte de secretarios provinciales del Partido Comunista de Cuba (PCC, único). Pese a que el centro del huracán salió del territorio, la influencia del ciclón seguía provocando lluvias y fuertes vientos la madrugada de este sábado en el centro, oriente y occidente del país, incluida La Habana, cuyos 2,2 millones de habitantes permanecían refugiados en sus viviendas o albergues, sin energía eléctrica. Las redes de comunicación internacional colapsaron y permanecieron interrumpidas por casi tres horas del viernes al sábado, en los momentos de mayor embate del fenómeno en La Habana. Olas gigantescas se desbordaban por el Malecón y las aguas del mar penetraron varios metros provocando numerosas inundaciones.