El accidente se produjo durante las obras de un viaducto en construcción en la Autovía del Mediterráneo, a tres kilómetros municipio granadino de Almuñécar.
La suerte hizo que la tragedia no fuese aún mayor, ya que en el momento del derrumbe casi toda la plantilla se encontraba en la escarpada zona.
El accidente provocó heridas de consideración a otras tres personas -entre ellas otro gallego, Avelino Barral Noya, originarios del concello de Trazo-.
Según testigos presenciales, la plataforma se precipitó al vacío desde unos 80 metros de altura al ceder.
El desprendimiento de la plataforma causó tal estruendo que muchos de los habitantes de Jete, localidad más cercana al lugar, creyeron que se trataba de una bomba.
Manuel Chávez, que participaba en Madrid en el debate de las autonomías, abandonó de inmediato el Congreso para trasladarse al lugar del siniestro, junto a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez.
Los cuerpos de seis malogrados obreros que perecieron en el accidente, fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Granada.
Los servicios de emergencias se activaron de inmediato tras el desplome bajo la coordinación de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron decenas de ambulancias.
También acudieron efectivos de la Guardia Civil de las comandancias de Granada y Málaga, dos helicópteros sanitarios y especialistas del centro sanitarios de Almuñécar y Granada.