Luxemburgo
¡QUÉ GRANDE es el pequeño Luxemburgo! Ayer sus ciudadanos dieron una lección aprobando en referéndum el Tratado de la Constitución Europea. Su «sí» -que llega tras los 'noes' de Francia y Holanda- es un vaso de agua fresca que reanimará al caminante perdido en el desierto que era hasta ayer el espíritu de la Unión Europea. Es verdad que la voz del Gran Ducado de Luxemburgo, con sus menos de 400.000 habitantes (de los cuales alrededor de cien mil son de origen portugués), no es comparable a la de Francia u Holanda ni en población ni en peso político, pero siendo eso cierto, en el plano de lo simbólico la victoria obtenida por el primer ministro Jean Claude Junkers es muy significativa. Sicológicamente viene a taponar el punto de fuga hacia el que parecía que ineluctablemente se dirigían con sus decisiones derrotistas los gobernantes de los países que todavía no han aprobado el Tratado. Empezó Tony Blair al decir que tras el «no» de franceses y holandeses suspendía ad calendas grecas el referéndum y por la brecha señalaron otro tanto en Praga y Copenhague. La victoria del «sí» no quiere decir ni mucho menos que el carro de Europa haya vuelto a la cómoda rodada que permitía a los bueyes de Bruselas ir rumiando mientras avanzaban a paso cansino. Claro que no, porque el proyecto de Unión Europea política está tocado y los «euroescépticos» no quieren ir más allá de la Europa económica sin fronteras; ven el Mercado como un fin en sí mismo, no como un medio para reducir las desigualdades sociales avanzando hacia una Europa más próspera y solidaria, pero, pese a todo, ya digo que es un síntoma de inflexión. Son ya una docena los países que han ratificado el Tratado, lo cual da pie a pensar que se puede seguir por ese camino. Eso sí, permanezcamos atentos a la pantalla porque a algunos enemigos de la Unión se les nota mucho hacia dónde miran. Resulta tan evidente que América tiene más de un caballo troyano en esta larga batalla por el ser de la nueva Europa, que algunos medios deberían advertir a sus lectores que ciertas columnas y editoriales son espacios publicitarios. En cualquier caso, la noticia es que el socio fundador más pequeño de la Unión le ha dado una lección a los grandes. ¡Eres grande pequeño!