La superficie arbolada crece un 41 por ciento en Castilla y León

En los treinta últimos años los bosques de Castilla y León han mejorado en todos los sentidos. Según los datos del III Inventario Nacional Forestal, que han sido presentados por el consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, «la superficie forestal, es decir, tanto los terrenos arbolados como no arbolados, es de 4,8 millones de hectáreas, lo que significa que el 51% del territorio de la Comunidad es forestal, frente al 47% que es agrario, el 1% urbano y el 1% restante dedicado a otros usos. Si comparamos la cifra con la del II Inventario, publicado en 1995, la superficie forestal ha aumentado en 291.000 hectáreas». El incremento más notable se ha registrado en las zonas arboladas, que han pasado de 2,1 a 3 millones de hectáreas (un aumento del 41%), es decir, el 62% de la superficie forestal de Castilla y León está arbolada, mientras que el 38% restante es monte no arbolado (prado, matorral, arbusto). Según afirmó el consejero, «comparando las cifras de los tres inventarios, los montes arbolados de la Comunidad ganan cada año 35.000 hectáreas. Esto quiere decir que a cada castellano y leonés le corresponde una media de 1,94 hectáreas de superficie forestal y 1,2 hectáreas de superficie arbolada, cifra muy superior a la del resto de países de la UE, que es de 0,36». A nivel nacional, somos la primera Comunidad en superficie forestal y superficie arbolada y, si nos comparamos con otros territorios de la Europa de los Veinticinco, ocupamos el tercer lugar en superficie forestal arbolada por habitante, sólo superados por dos países, Finlandia y Suecia. Recursos madereros Por especies, las frondosas ocupan el 65% de la superficie arbolada, con más de 1,9 millones de hectáreas, siendo las más abundantes encinas y rebollos que cubren cerca de 1,5 millones. El 35% restante, más de un millón, son coníferas, principalmente pino negral y silvestre con 750.000 hectáreas. León sigue siendo la provincia con mayor superficie forestal de la Comunidad, con algo más de un millón de hectáreas, seguida por las de Salamanca, con 795.000; Burgos, con 681.000; Soria, con 597.000, y Ávila, con 525.000. Más alejadas están las de Zamora, con 482.000; Segovia, con 329.000; Palencia, con 251.000, y Valladolid, con 145.000. En cuanto a la madera de nuestros montes, el volumen acumulado es de 154 millones de metros cúbicos, 67 más que los contabilizados en el segundo inventario. El volumen de frondosas se ha incrementado en 33 millones de metros cúbicos, siendo el haya la principal especie, mientras que el de coníferas aumentó en 34 millones de metros cúbicos, con los pinares a la cabeza. En este sentido, Fernández Carriedo indicó que «la producción anual de madera es de 7,2 millones de metros cúbicos, prácticamente el doble que hace una década, de los que 4,9 corresponden a coníferas y 2,3 a frondosas. Y en cuanto al número de árboles, Castilla y León cuenta con 3.200 millones, de los que 1.200 corresponden a pies mayores (diámetro del tronco superior a 7,5 centímetros) y 2.000 a pies menores, lo que significa que a cada ciudadano de la Comunidad le corresponden 1.289 árboles». La madera que se extrae asciende sólo a 1,97 millones de metros cúbicos al año, de los que 1,35 corresponden a madera con corteza, 418.000 a leñas y 202.000, a restos de cortas. Como se consumen tres millones de metros cúbicos al año, lo que hace que haya que exportarla, el sector maderero tiene gran capacidad de desarrollo desde el punto de vista industrial y de generación de empleo.