Sueños

EL PRESIDENTE Zapatero ha dejado dicho a un grupo de jóvenes de su partido que al final de esta legislatura la Constitución será más fuerte porque habrá integrado a a la mayoría de los ciudadanos, de los territorios y de las identidades. La verdad es que yo no sabía que en estos momentos la Constitución no unía a la inmensa mayoría de los ciudadanos, desde luego a todos los territorios. No lo sabía porque me he debido de despistar, creía que el referéndum sobre la Constitución en que, por una mayoría aplastante, los españoles votaron a su favor, habría logrado eso que dice Zapatero que va a pasar al final de la legislatura. Es más, yo era una de las convencidas de que en este país la mayoría estaba, estamos, encantados con la Carta Magna, y que un minoría muy minoritaria, valga la redundancia, era quien cuestionaba la Constitución aun sirviéndose de ella, léase el caso de algunos nacionalistas vascos y ahora de Esquerra Republicana de Catalunya. Claro que el presidente puede que haya cosas que no sepa, a lo mejor no le pasan los resúmenes de prensa, o como está tan ocupado no se ha fijado, pero hace unos días se publicaba una encuesta elaborada desde la mismísima Generalitat en la que se decía que sólo el 0,04 por ciento de los catalanes tenía algún interés por la reforma del Estatuto, y entre las prioridades colocaban la reforma en el puesto número veintisiete. Desde luego es muy loable que el presidente quiera que el 0,04 por ciento de los ciudadanos catalanes estén contentos, pero ¿de verdad hay que abrir en canal la Constitución por ese 0,04 por ciento? ¿Importa algo lo que piensen la mayoría de los catalanes, por no decir del resto de los españoles? Pero, además, ¿tiene en cuenta el presidente que los ciudadanos de Cataluña en su lista de preocupaciones han colocado la reforma del Estatuto en el puesto veintisiete? Esa encuesta me reafirma en mi opinión de que los políticos a veces crean problemas en vez de resolverlos, y en este caso el tripartito catalán esta creando un problema, porque Maragall y Carod tienen sueños de grandeza, de grandeza e independencia, de manera que poco les importa lo que quieran sus conciudadanos, lo que les importa es lo que ellos sueñan.