El Gobierno manchego se contradice sobre la gestión del mortal incendio

El gobierno de Castilla-La Mancha ofreció ayer unas versiones contradictorias sobre el momento en el que pidió ayuda al Ejecutivo central para sofocar el incendio que causó la muerte de once personas. El consejero de Presidencia de la Junta, Máximo Díaz Cano, dijo que el Nivel 2 de alerta se declaró el domingo cuando «se entendió que los medios asignados no eran suficientes y, sobre todo, cuando se tuvo conocimiento de la existencia de 11 fallecidos». Pero la consejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo, aseguró que la alerta se dio antes de las muertes y que estas no se conocieron oficialmente «hasta las 22.00 horas del domingo». El Partido Popular pidió ayer la comparecencia del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda para que explicara lo ocurrido. Los populares aseguran haber recibido quejas en varios municipios por la falta de medios materiales y humanos para luchar contra el fuego. El diputado nacional y vicesecretario regional del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Alejandro Ballestero, recordó al Partido Socialista su actuación durante la crisis del Prestige, que calificó como «infinitamente menos trágica» que este incendio. «No les faltó tiempo para acusar al Partido Popular, para llamarnos asesinos», dijo el diputado nacional y vicesecretario regional del Partido Popular en Castilla-La Mancha. Exigió al Gobierno central que acabe con el «apagón informativo» y afirmó que José Luis Rodríguez Zapatero «no puede seguir escondiéndose». Medidas del Gobierno El próximo Consejo de Ministros aprobará medidas excepcionales sobre el uso del fuego en los montes que, respetando las competencias autonómicas, contemplarán tanto «el reparto de responsabilidades como la situación de excepcionalidad» que vive este verano España ante la sequía. Entre las medidas podría estar la prohibición total de encender barbacoas en cualquier lugar al aire libre.