El último adiós

Las once víctimas mortales del retén de Cogolludo que el domingo quedó atrapado por las llamas recibieron ayer el último adiós de sus familiares y amigos. Unas horas antes los forenses finalizaron el amargo trabajo de identificar los restos calcinados de las once víctimas. El funeral de Luis Solano, de 35 años, fue el primero que se ofició. Hacia las 12 del mediodía unas 200 personas asistieron en la iglesia de San Ginés, en Guadalajara capital, al funeral de este joven, hijo de un conocido abogado de Guadalajara que llegó a presidir el PP en esta provincia. Por este motivo, el secretario general del PP, Ángel Acebes, también acudió a la iglesia para estar al lado de sus familiares. «Adelante, valientes. No perdáis la calma porque Jesús está con vosotros», trató de animar el párroco durante la ceremonia. Acebes no quiso sumarse a las críticas que otros dirigentes del PP dirigieron este miércoles hacia los responsables de la Junta de Castilla-La Mancha en materia de extinción de incendios por su actuación en este caso y se limitó a decir que «hoy es el día de estar con ellos y darles nuestro afecto, cariño y respaldo. Los familiares merecen que todos los españoles de bien estén con los que sufren al enterrar a sus hijos, padres o hermanos y ya habrá tiempo de exigir responsabilidades por las noticias cada vez más alarmantes que nos llegan sobre los comportamientos del Gobierno de Zapatero y del gobierno de Castilla-La Mancha». Un adiós que ayer se volvió a repetir en Cuenca, Guadalajaray Ciudad Real. Localidades que vivieron similares muestras de dolor en los sucesivos funerales de las víctimas y que se celebraron horas más tarde.