El futuro Plan de Infraestructuras y Transporte nos aleja de Kioto1397124194

El Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) 2005-2020, elaborado por el Ministerio de Fomento y con una inversión de 241.000 millones de euros, aunque aborda todos los tipos de infraestructuras de transporte (ferrocarril, aéreo, marítimo, carretera, puertos y aeropuertos), contempla potenciar más el ferrocarril que las carreteras. En este sentido, se ampliarán en 9.000 kilómetros las vías ferroviarias de alta velocidad y en 6.000 las autovías y autopistas, hasta alcanzar los 15.000, lo que permitirá que en el año 2020 el 94% de los españoles estén a menos de 30 kilómetros de una vía de alta capacidad y a menos de 50 de una vía ferroviaria. El PEIT apuesta, además, por el uso de combustibles no derivados del petróleo y el fomento del transporte público y del marítimo con el fin de reducir las emisiones de CO 2 . Un objetivo complicado teniendo en cuenta que el transporte origina en nuestro país el 23% de las emisiones de CO 2 , que es el sector en el que estas emisiones crecen con mayor rapidez, y que la carretera es la responsable del 90% de estas emisiones. Por eso, según muchos expertos, la ampliación de la red de autovías estimulará aún más el uso del transporte privado de viajeros y el de la carretera para mercancías, lo que hará casi imposible cumplir con las obligaciones del Protocolo de Kioto. En cuanto al transporte urbano y metropolitano, el Plan incorpora actuaciones de movilidad sostenible, aunque no se concretan los mecanismos de cooperación con las autoridades autonómicas o locales que se establecen para implantarlos, a pesar de que el Plan Nacional de Emisiones obliga a establecer planes de movilidad urbana en ciudades de más de 100.000 habitantes. Una movilidad sostenible pasa por incorporar planes de transporte al trabajo, el primer motivo de movilidad urbana, y abordar el problema del transporte a los polígonos industriales o empresariales, para lo que debería existir el compromiso por parte del Estado de financiar un sistema de autobuses que conecten estas zonas con los centros urbanos en las horas de entrada y salida de los empleados. Efecto barrera Las organizaciones ecologistas, por su parte, han denunciado que las nuevas infraestructuras supondrán un grave impacto ambiental para 327 espacios incluidos en la Red Natura 2000 y que el PEIT se olvida de la propuesta para minimizar problemas ambientales como el ruido, los vertidos y los daños al paisaje. Los conservacionistas alertan sobre el efecto barrera causado por la autopista Toledo-Ciudad Real-Autovía de Andalucía, que alterará los hábitats de numerosas poblaciones de aves, las zonas de cría del lince ibérico y las áreas de distribución del lobo, causando la dispersión de poblaciones y el aumento de animales muertos por atropello. También piden que se desechen por su alto impacto ambiental la autopista de La Alcarria (Mérida-Ciudad Real) y la de Cartagena-Vera por afectar a muchas especies en peligro de extinción (águila imperial ibérica, buitre negro, cigüeña negra, águila perdicera) e incumplir los compromisos adquiridos por España de proteger los espacios incluidos en la Red Natura 2000 así como las Directivas de Hábitats y de Aves Silvestres.