Diario de León

La princesa ya no está triste

La princesa Masako ha vuelto a retomar sus funciones después de pasar veinte meses alejada de la vida pública a causa de una depresión nerviosa. El lugar elegido: la Expo de Aichi

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efe | tokio

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La princesa Masako retomó ayer sus funciones imperiales fuera de Tokio al acompañar al príncipe heredero Naruhito en su visita a la Expo Universal de Aichi y después de estar veinte meses alejada de la vida pública por una depresión nerviosa. Aunque corto, apenas dos horas de tren, el viaje de la esposa del sucesor al trono del Crisantemo ha levantado una enorme expectación en Japón. Nada más bajar del Shinkansen o tren bala en la estación de Nagoya, capital de la provincia de Aichi, acaparó todas las miradas y centró la atención de las cámaras de televisión. La princesa se mostró distendida y sonriente ante la comitiva de recepción de las autoridades locales, luciendo un aspecto muy saludable, y correspondió con saludos al numeroso público japonés que se acercó a brindarle su cariño. Según la Casa Real, la princesa Masako realizó el viaje porque había expresado un fuerte deseo de visitar la Expo, debido a que no pudo acudir a su inauguración a finales del pasado mes de marzo y porque su esposo detenta el cargo de presidente honorario. No obstante, la institución real advirtió que aún tiene que recuperarse completamente de su enfermedad y agregó que, dependiendo de su evolución, retomará plenamente sus funciones como miembro de la familia imperial. El primer pabellón que Masako y Naruhito visitaron fue el del Reino Unido, con el fin de transmitir sus condolencias por el atentado del pasado día 7. La pareja imperial caminó entre el alborozo de los visitantes japoneses que se agolparon a su paso y no cesaron de gritar frases de ánimo, en especial para la princesa, quien parece comenzar a retomar el vuelo después de haber permanecido postrada desde diciembre de 2003, por un proceso depresivo. Unicamente en ocasiones excepcionales ha participado en compromisos oficiales, como el pasado 2 de enero cuando apareció junto al resto de la familia en el balcón del Palacio imperial en el tradicional saludo de Año Nuevo. Pero en ningún momento abandonó la capital japonesa para cumplir con sus funciones de princesa, ni siquiera para acompañar a su esposo, quien por ejemplo tuvo que viajar sólo a la boda del Príncipe Felipe y Letizia Ortiz. En julio del año pasado, la Casa Imperial reconoció que Masako sufría un desorden nervioso provocado por el estrés ligado a su condición real, después de que el príncipe Naruhito sorprendiera con sus críticas por el tratamiento que había recibido su esposa.

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