ALFREDO PÉREZ RUBALCABA
La lengua más afilada y mordaz del Congreso
Alfredo Pérez Rubalcaba (Solares, Cantabria 1951) es un animal político muy peli-groso. Maneja con soltura la ironía aunque es más parti-dario del sarcasmo. A Rubal-caba le encanta trabajar en la sombra. Aunque lo niega, no puede evitar una sonrisa de orgullo cuando se le acusa de ser una especie de Rasputín, que diseña maquiavélicos pla-nes políticos. Pero combina la afición por el secretismo con una afilada lengua bajo los focos. Dice siempre lo que el Gobierno calla y no le gusta insultar, sino destruir mediante la sátira. Rubalcaba provoca, cita, y luego espera a su rival para descuartizarlo. A Hernando lo considera una pieza menor y sólo le dedica pullas esporádicas. Prefiere medirse con Zaplana, más de su estilo, incapaz de levantar la mano pero dispuesto a aniquilar. Pero el miércoles se encontró con su aprendiz.