La unión entre una mujer española y otra argentina despertó una gran expectación
«Sebastiana y Victoria: yo os declaro unidas en matrimonio»
El TSJC de Cataluña pide un estudio sobre las necesidades de personal judicial
Un momento de la ceremonia legal de unión de las dos mujeres
La primera boda civil entre dos mujeres en España, tras la reforma del Código Civil que permite legalmente el matrimonio entre personas del mismo sexo, se celebró ayer en el municipio barcelonés de Mollet del Vallès, una localidad industrial situada en la comarca del Vallès oriental poblada mayoritariamente por familias trabajadoras de la industria y del sector terciario. El juez Jorge Vergara, titular del Registro Civil de los juzgados de Mollet del Vallès, fue el encargado de casar a ambas mujeres. Dicha unión civil, entre una mujer española y otra de nacionalidad argentina, despertó una gran expectación mediática, hasta el punto de que el medio centenar de periodistas, cámaras y fotógrafos presentes en los alrededores del edificio de los juzgados de Mollet del Vallès superaban de largo a la quincena de invitados de la pareja. Las dos mujeres no pudieron esconder su emoción por el evento, ni tampoco el nerviosismo y hasta cierto enfado por el gran número de medios de comunicación. La boda civil se inició con tres cuartos de hora de retraso sobre el horario previsto, y las dos mujeres, que intentaron en todo momento que salieran a la luz pública sus nombres y apellidos y pidieron «respeto» a su intimidad, entraron juntas en una de las salas de vistas de los juzgados de esta población, donde fueron recibidas con aplausos por una parte de los invitados. Personal insuficiente La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) pidió ayer a la consejería de Justicia de la Generalitat que lleve a cabo urgentemente un estudio sobre las necesidades de personal judicial para atender las nuevas atribuciones de los registros civiles catalanes a raíz de la entrada en vigor de la ley de matrimonios homosexuales. Según el TSJC, «hay que afrontar las previsiones que apuntan hacia un incremento significativo» de las «personas que quieran acomodar su situación a la nueva normativa». En la ciudad de Barcelona, durante la primera semana de la reforma de la ley que permite el matrimonio gay, se incoaron 171 expedientes de matrimonio civil, de los que 27 fueron entre personas del mismo sexo, un 15,7% del total.