Los 65 detenidos estaban acusados de violar y prostituir menores, entre ellos, sus propios hijos
El mayor juicio contra pederastas en Francia acaba con sólo cinco condenas
Los principales responsables de la red cumplirán penas de entre 16 y 28 años de prisión
El mayor proceso contra pedófilos en Francia, con 65 acusados y 45 víctimas, terminó ayer cuando un juzgado popular selecionado por el tribunal de Angers (al oeste del país) condenó con penas de 16 y 18 años de prisión a una pareja que centralizaba la red de prostitución infantil y hasta 28 años de reclusión en el caso de algunos reincidentes. El ya conocido como juicio de Angers comenzó el 3 de marzo y sentó en el banquillo a 39 hombres y 26 mujeres. Se trata del mayor proceso por pedofilia de la historia de Francia dado el gran número de acusados, y con seguridad uno de los más dolorosos, ya que tiene como telón de fondo horrendas vio-lencias familiares. Las condenas Los jurados de la corte condenaron a Patricia M. a 16 años de cárcel y a su ex esposo Frank V. a 18 años de prisión. La acusación había pedido penas de 18 y 20 años, respectivamente. Ambos eran considerados como los principales organizadores de la red de prostitución infantil entre los que se encuentran sus propios hijos. Patricia M. ha sido condenado por proxenetismo sobre 31 menores, violaciones y agresiones a tres niños y corrupción de al menos 18 menores. La mujer, que actuaba además como tesorera de la red, reconoció parte de los hechos en la audiencia. El padre de Franck V., Philippe V., ya condenado anteriormente por violación, entre otras personas de su propio hijo, fue condenado a 28 años de prisión, frente a la cadena perpetua que contra él había requerido la Fiscalía. Esta misma condena fue decidida para otro de los principales acusados, Eric J., juzgado por la violación de 11 menores y proxenetismo agravado de 35, también reincidente. Una asistenta social fue considerada culpable por no denunciar agresiones sexuales en cuatro menores, dos de ellos niñas. Fue condenada a un año de prisión, del cual seis meses son condicionales. Más de la mitad de los acusados, 39 de ellos, están en prisión preventiva, mientras los 26 restantes comparecen en libertad bajo control judicial. Sólo 34 de los acusados reconocieron su implicación en los delitos. Las 45 víctimas (19 niños y 26 niñas) tienen entre 5 y 18 años. La menor de ellas tenía sólo 6 meses cuando comenzaron los hechos, entre 1999 y el 2002. El juicio ha puesto en cuestión el seguimiento de los delincuentes sexuales una vez que salen de prisión ya que varios acusados tenían condenas previas.