750 kilos de fuego surcaron León

Confirmado. Era un meteorito de 750 kilogramos y un metro de diámetro lo que surcó el cielo de León el 4 de enero del 2004 a las 16.46 horas. Las hipótesis comenzaron a sucederse: un ovni, fuegos artificiales, la estela de un avión, un meteorito... El fenómeno pudo verse en toda la mitad norte peninsular pero fue en León donde alcanzó su cenit visual. El meteorito de Villalbeto de la Peña (en honor al lugar donde fueron encontrados los primeros fragmentos en la provincia de Palencia) comenzó a descender hasta situarse a 28 kilómetros del suelo, momento en que explotó exparciendo sus restos en un área elíptica de 100 kilómetros cuadrados. Varios cayeron en la provincia de León. Se trata del primer meteorito «cazado» en España desde 1947 (año en el que otro cayó en la localidad leonesa de Reniegos). Su espectacular brillo fue captado por las cámaras de cientos de aficionados, de los que medio centenar han aportado su testimonio para un trabajo realizado por un equipo de investigadores españoles de Andalucía (José Luis Ortiz y Alberto Castro Tirado), Barcelona (Jordi Llorca e Ignasis Casanova), Madrid (Javier García Guinea) y Santiago de Compostela (José Ángel Docobo), que durante un año y medio han estudiado el fenómeno. Sus conclusiones se publicarán en el próximo número de la revista Meteoritics and Planetary Science. La investigación determina las propiedades físicas y químicas del meteorito: masa del objeto (750 kilogramos), la energía de la explosión que produjo en la atmósfera (centenares de veces inferior a la de Hirosima), composición mineralógica, y el tiempo transcurrido desde que salió despedido de su asteroide progenitor. El estudio concreta la órbita del bólido, lo que dota a la investigación de un gran valor científico porque es la primera vez en España y la novena en el mundo en que se consigue hallar ese cálculo. Tras 48 millones de años de viaje interestelar, el meteorito cruzó la atmósfera a 61.000 kilómetros por hora, provocó una explosión sónica y una estela en el cielo que dibujó su trayectoria por todo el país. León se convirtió en centro de peregrinaje para expertos mundiales en astronomía al convertirse en el fenómeno mejor documentado de la historia.