Palomitas
MISTERIO morrocotudo para no salir de asombros. Ya sabes que las palomas de ciudad engullen lo intragable y en su dieta va de todo. Tengo comprobado que llegan a comer puré de patata podre y hasta pellejas de chorizo. Nos imitan; son omnívoras, carroñeras, voraces. Y desastradas, cojas, mutiladas, bisojas o despelujadas. Las palomas urbanas son ratas con plumas y, en consecuencia, cagan lo que no está escrito y de variopintos colores. Zampan sin detenerse en barreras toda la porquería que se siembra en parques y calles. Pero llegó un día el misterio insoldable, el enigma que te digo. Relato lo acontecido: se había preparado en aquella casa una de esas bolsas premonstratenses y prefabricadas de maíz para microondas, ese invento que cuando lo compras parece un sobre preñado y cuando lo sacas es un bolsón de palomitas de las que asquean el aire de todos los cines de ahora. Ese maíz ya viene con sus adobos y sus grasas (de misterioso origen, como es norma). Salen del horno crujiente y humeante, pero picoteados dos puñaditos, sacian el gusto, estomagan, y allí quedaron más de la mitad destinadas a la basura porque la concurrencia empezó a poner muecas en lenguas y morros. Alto ahí. Dejadme unas cuantas para echárselas a las palomas de la terraza. Allá fueron. Y llegó una media docena de palomas con sus rangos, prioridades y codazos de ala con picotazo a las enclenques. Sin embargo, aquel maíz que, en otro caso sería tomado como regalo de los dioses, lo cataban y lo escupían. Qué raro. No lo comían. Pero si al chaval le pirran; si hubiera estado aquí no habría quedado una sola para estas pajarracas. En tan solo un día, el sol y la intemperie convirtieron aquellas palomitas primero en un porquería oscurecida y después negruzca, como tinta de calamar o como el pedo de un diablillo. Aquello no era sólo maíz. La letra gorda de la bolsa decía «microwave popcorn» y la letra canija del dorso aseguraba que era maíz, grasa vegetal (¿cual?), sal, antioxidantes y estabilizadores (¿cuálos?). La pregunta es: ¿no comen esa guarrada porque las palomas urbanas aún son capaces de distinguir ciertas mierdas incomibles o por no incurrir en canibalismo, pues al fin y al cabo palomitas llamamos a ese maíz inflado?...