El segundo set acorta la falda

El primer intercambio de golpes Masters Series de Madrid se ha producido fuera de las pistas. El enfrentamiento no es nuevo. El torneo de tenis volverá a utilizar a modelos profesionales como recogepelotas. Las pruebas de selección han reavivado una polémica que llegó a dejar al tenis en un segundo plano en la edición del 2004. Y quedan más de dos meses para la disputa del Masters Series, que se celebrará entre el 15 y el 23 de octubre. En este partido todavía quedan muchos sets por jugar. La presidenta de la Red Feminista contra la Violencia, Ángeles Álvarez, demostró ayer con sus críticas que la controversia no está olvidada, al pedir que «no haya un solo euro de financiación pública para actividades sexistas» en referencia al torneo, que recibe ayuda económica del Ayuntamiento de Madrid. Enriqueta Chicano, máxima responsable de la Federación de Mujeres Progresistas, tachó de «lamentable» la actitud de los organizadores del Masters. Chicano añadió que el hecho de que se repita la iniciativa demuestra la «falta de respuesta» de la sociedad para denunciar actitudes sexistas, una idea que comparte Lourdes Hernández, del Consejo de Mujeres del Municipio de Madrid. El anuncio de que en el Masters femenino que se celebrará en Madrid en el 2006 serán modelos masculinos los que luzcan en las pistas no ha aplacado los ánimos. Los ofendidos Si algunas mujeres se mues-tran ofendidas, los niños de las escuelas de tenis, los tradicio-nales recogepelotas, también se sienten agraviados por este capítulo de intrusismo. Los organizadores argumentan de nuevo que las modelos sólo entrarán en acción en «uno de cada diez partidos, en uno por jornada». Este porcentaje incluye todos los enfrentamientos televisados, entre los que se encuentran, evidentemente, las semifinales y la final. Los niños de las escuelas de tenis estarán en la previa del torneo, pero no podrán asistir a sus ídolos en las citas más golosas de la competición. Este honor estará reservado a las treinta recogepelotas remuneradas. Una cuestión de márketing que acaba en paradoja. Los fragmentos de entrevistas del casting que se han difundido demuestran que algunas candidatas no destacan precisamente por su afición al tenis. Es posible que a muchas les dé igual el nombre de los tenistas a los que asistan. De lo contrario no se explica que a Marat Safin le concedan la nacionalidad francesa y que se inventen un nuevo Grand Slam, la «Copa Wimbledon» (dos casos reales pertenecientes a interrogatorios a los que fueron sometidas las modelos). Más glamour Los organizadores, inmunes a todas las críticas y segura-mente hasta agradecidos por la publicidad derivada de la polémica, recuerdan que las mujeres también sirven de reclamo en deportes como la fórmula 1 o el motociclismo. Más bien prometen poner más carne en el asador en favor del espectáculo y del glamur. Y del márketing de Hugo Boss, la marca que lucirán las bellas de la pista. «El año pasado fuimos muy recatados para limitar el impacto de la innovación. Este año queremos que las chicas vayan todavía más sexys», explican. En resumen, que este año se acortarán las faldas de las modelos. Y para aplacar nuevas críticas ya existe una razón técnica para justificar el ahorro de tela: «El año pasado la excesiva longitud hacía que corrieran con dificultad tras la bola». Dado el empeño de los organizadores del evento en mejorar la aerodinámica de las modelos, no se descarta que la evolución del vestuario acabe en un tanga y ropa mucho más sexy por el bien del tenis.