Sólo un 40% de la ayuda a países pobres llega a sus destinatarios

De cada dólar que el Gobierno de un país rico dona a uno pobre, 60 céntimos se quedan en el camino entre burocracia, contratos con empresas del propio país emisor de la ayuda, saldos por la deuda pendiente que aprovechan para cobrar, transacciones... Sólo el 40% de los fondos oficiales al desarro-llo se convierten en ayuda real. Los otros son dólares fantasma, como los califica la oenegé Action Aid International, con sede en Inglaterra, en un informe que denuncia esa situación. El estudio detalla que en el 2003 los países más ricos -los del entorno de la OCDE- ofrecieron unos 69.000 millones de dólares para ayuda oficial al desarrollo, pero sólo 27 millones llegaron finalmente a los beneficiarios. La denuncia pone a Estados Unidos y Francia, dos de los países más poderosos del planeta, como ejemplos de esa ayuda fantasma. De la administración de George W. Bush sólo llegó un 14% como ayuda real; y de la gala, el 11%. El caso español no es mejor: por cada cada 28 euros dedicados a ayuda real, 72 son para cumplir otros trámites. Menos a África El estudio aprovecha también para denunciar que, además de menguar el dinero por la burocracia, apenas un tercio de toda la ayuda pública tiene por destino la zona más pobre del planeta: África subsahariana. Estados Unidos multiplicó por 17 en sólo un año su ayuda a Pakistán; su prioridad en el continente negro ha sido el triángulo Etiopía-Somalia-Eritrea, mientras ha ido incrementado sus fondos para el golfo de Guinea, zona con importantes pozos petrolíferos. España también sale mal parada en otros puntos. Está entre los países desarrollados con menos aportaciones al tercer mundo: apenas 13 dólares por persona -Noguega o Dinamarca superan los 300-. En el bienio 2002-2003, con Aznar en el poder, España se quedó a la cola entre los que priorizaban sus aportaciones a los países con peor crecimiento económico: 38 de cada 100 dólares iban a esos lugares de pobreza extrema.