Los fabricantes deben recoger desde hoy los electrodomésticos viejos Acabar con el abandono sin control en ríos y montes

Los ciudadanos de la Unión Europea podrán desde hoy llevar los viejos aparatos electrónicos y eléctricos a los comercios donde vayan a comprar uno nuevo y allí serán recogidos de manera gratuita. Además, habrá puntos centrales de colecta en todos los países miembros. La entrada en vigor del Real Decreto de Aparatos Eléctricos y Electrónicos obligará desde hoy a los fabricantes de este tipo de artilugios a hacerse cargo del material eléctrico y electrónico una vez que se haya agotado su ciclo de vida. La norma, que transpone al ordenamiento español una directiva europea, tiene como objetivo reducir la cantidad de residuos eléctricos y la peligrosidad de sus componentes, así como fomentar el reciclado. Cada año, se producen en España 300.000 toneladas de estos escombros. A ellos se suman otros 70 millones de aparatos que se guardan en los cajones de las casas y constituyen el llamado «efecto tesoro». Recogida «inexistente» Según el jefe de Gestión de Residuos del Ministerio de Medio Ambiente, José López de Velasco, la recogida de estos residuos es «prácticamente inexistente» en España en la actualidad, a pesar de que los objetivos de la UE establecen que el 31 de diciembre del 2006 se deberá alcanzar una media de 4 kilos por habitante al año. A su juicio, la normativa servirá para generar un «auténtico» sistema de gestión y reciclado de estos residuos y para sustituir al anterior circuito, «defectuoso» y limitado a la recogida de los aparatos de mayor tamaño por parte de las grandes superficies. El Real Decreto supondrá un aumento del coste de los aparatos que se adquieran después de la entrada en vigor de la normativa, que irá destinado a la gestión de los escombros y al establecimiento de un sistema propio, que deberá ser acreditado por cada empresa productora de estos aparatos. López de Velasco añadió que el crecimiento de restos de electrodomésticos, teléfonos móviles, material de iluminación o material informático es «desmesurado». El texto establece que el usuario deberá depositar el residuo en un punto limpio, cuya instalación depende de ayuntamientos y otras instituciones, o en los establecimientos de distribuidores y grandes superficies, en el caso de que adquiera un aparato nuevo. Por lo que respecta al tratamiento de los residuos históricos (los procedentes de productos comercializados antes del 13 de agosto) los productores tendrán que adherirse a un sistema colectivo. La financiación podrá conseguirse recaudando una cantidad fija o la aplicación de un recargo a los aparatos nuevos. El establecimiento de los puntos de recogida se harán teniendo en cuenta su accesibilidad y la densidad de población. La basura eléctrica y electrónica es la que más rápido está creciendo a lo largo de los últimos años y crea problemas a los servicios de recogida de los municipios. Por ello, el Ministerio de Medio Ambiente reclama la colaboración de los ciudadanos como única solución para que la medida adoptada no resulte «un fracaso» y para evitar situaciones de deterioro ambiental como las que se vienen produciendo hasta ahora, con el abandono sin control de grandes aparatos en ríos y montes.