Diario de León

EL PULSO Y LA CRUZ

Aunque suba la gasolina

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ANTONIO TROBAJO
León

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se aproximan las fechas en que tendrá lugar, en Colonia (Alemania) la XX Jornada Mundial de la Juventud, que se ampara en el lema de «Hemos venido a adorarle». A ella tiene anunciada la asistencia el Papa Benedicto XVI, que en esto recoge el testigo que inventó y le dejó en herencia el siempre recordado Juan Pablo II. Ya en estos días se han puesto en marcha muchos de los 50.000 jóvenes españoles que se espera asistan a este encuentro, que arranca en la tarde del próximo lunes, día 15, y se clausurará con la Eucaristía presidida por el Papa el domingo día 21. Alguna agencia de noticias se ha adelantado a ofrecer datos inexactos acerca de la asistencia de gente de nuestras diócesis y algún periódico ha llegado a titular que serían dos los jóvenes leoneses que acudirían a Colonia. Pues no es así. Ayer mismo, en el templo parroquial románico de Ntra. Sra. del Mercado, en pleno corazón del León antiguo, el Obispo de León, D. Julián, presidió una ceremonia religiosa de despedida y envío de los asistentes de la diócesis de León. Van a ser noventa y siete las personas (incluido el Sr. Obispo) pertenecientes a la diócesis legionense las que acudirán; de ese grupo, más de noventa son jóvenes, la inmensa mayoría de ellos -si no la totalidad- relacionados con las Comunidades Neocatecumenales, que fundó el leonés de nacimiento Kiko Argüello. De la diócesis de Astorga acudirán treinta jóvenes, coordinados desde el Seminario y la Delegación de Pastoral Juvenil, amén de otros grupos con un número indeterminado -en el momento en que escribimos- de peregrinos, inscritos en el Movimiento de Renovación Carismática. La noticia me llamó positivamente la atención; apareció perdida en algún rincón de los medios y se le dedicaban escasas líneas, pero merece la pena recuperar al menos el espíritu de su contenido: un cristiano, un musulmán y un judío han estado haciendo juntos el Camino de Santiago desde Jerusalén. Con una finalidad consoladora: testimoniar que la comunión entre personas, pueblos, civilizaciones y creencias siempre es posible, más allá de las diferencias y los matices. No nos viene mal esta vitamina de esperanza en tiempos de terrorismos y fracturas. El más antiguo templo de la ciudad de León (alguna de sus partes es del siglo X, de clara inspiración mozárabe), San Salvador de Palat del Rey, ha comenzado a ser sometido a la obra -esperemos que definitiva- de restauración. En ella arrimarán el hombro algunas instituciones civiles, pero hemos también de hacer constar que el Obispado de León también aportará más que un granito de arena. Para diciembre se espera tener rematada la obra de remodelación (actuación sobre el inmueble, restauración del retablo y creación de un centro de divulgación y exposición) y poder abrir este Bien de Interés Cultural al uso litúrgico y cultural, que a las dos finalidades parece se pretende que sirva. Ya iba siendo hora. Sólo falta que el tirón alcance también a nuestras Catedrales, al reflotamiento del Taller de Vidrieras, a San Pedro de Montes y a otras muchas necesidades perentorias de nuestro Patrimonio. De lo viejo a lo novísimo: ya hay planos en firme para la edificación -pronta, si no se tuercen los caminos- del complejo parroquial del populoso barrio de La Rosaleda, en la zona de expansión de Ponferrada, que aún no tiene titular. El ganador del concurso de proyectos que se abrió en su día, fue el equipo encabezado por la arquitecto Paloma Gil Gómez. Se estima que los costes de la edificación andarán en torno al millón y medio de euros. De algún sitio habrán de salir; y saldrán, a pesar de que nos suban cada día la gasolina. Saludamos con alegría la publicación -de hace ya unos meses- de un libro de 64 páginas sobre el Santuario de la Virgen del Camino. Ha surgido muy a tiempo de los talleres de la Editorial Everest en este Año Jubilar, en que rememoramos el V Centenario de la Aparición de la citada Virgen y el 75 aniversario de su coronación como Patrona de la Región leonesa. La obra se debe al dominico P. Fernando García Fernández, natural de San Feliz de Órbigo y miembro de la comunidad dominicana de La Virgen del Camino. El autor hace historia de todos los edificios levantados en honor de aquella aparición al pastor Alvar Simón, desde la humilde capilla de los comienzos del siglo XVI hasta la atrevida edificación actual, que se inauguró en 1961. El texto va acompañado de abundantes fotografías que lo ilustran y enriquecen. Punto y final. Estamos a mitad de agosto: ¡Felices fiestas de la Asunción!

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