Benedicto XVI pide a los jóvenes que sigan las enseñanzas de Wojtyla

Miles de jóvenes de 193 países, entre los que se encuentran más de noventa personas procedentes de León, que asisten en Colonia a la XX Jornada Mundial de la Juventud dieron la bienvenida al Papa en su llegada a Colonia. Peregrinos tras las huellas de los Magos es el mensaje que Benedicto XVI ha enviado a los jóvenes reunidos en Colonia. En su primer día en las Jornadas Mundiales de la Juventud, durante su recorrido por el Rin en barco acompañado por otras cinco barcazas representando a los cinco continentes, el Papa se dirigió a los jóvenes que invadían las orillas del rio recordando a su predecesor Juan Pablo II. y señalado la importancia de su herencia espiritual: «Todos juntos tenemos el cometido de llevar a la práctica sus enseñanzas», dijo. Ratzinger también ha querido destacar que el camino que lleva a Cristo es la eucaristía, comparando este recorrido al de los Reyes Magos e invitando a los jóvenes a servir a Cristo «sin reservas, cueste lo que cueste». Junto a él se sentaban jovenes de diversos países que llevaban la cruz y una imagen de la Virgen. Tras su discurso, Benedicto XVI continuó su viaje fluvial hasta el muelle de Hohenzollern mientras miles de jóvenes lo saludaban y ondeaban banderas al paso del catamarán. En el embarcadero fue recibido por el alcalde de Colonia, y, tras firmar en el Libro de Oro de la ciudad, se dirigió a la Catedral acompañado de los jovenes para postrarse ante la urna con las reliquias de los Reyes Magos, que allí se veneran. Reliquias En el último de los discursos ante una abarrotada plaza, el Papa exaltó la importancia de las reliquias de los Magos que hacen de Colonia «junto con Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela, uno de los lugares de peregrinación del occidente». El avión papal había aterrizado en Colonia a las 12 del mediodía. A diferencia de su predecesor, Benedicto XVI no besó la tierra y se limitó a saludar afectuosamente al presidente aleman, Horst Köhle. A recibirlo se encontraban, además del canciller Gerhard Schöder, otras autoridades civiles y religiosas. Tras el saludo del presidente alemán, las primeras palabras del Papa fueron de recuerdo para Juan Pablo II como ideólogo de las Jornadas de la Juventud, al tiempo que manifestaba la «inmensa alegría» por encontrarse en su patria. También recordó el espíritu ecuménico de una visita en la que tendrán lugar diversos encuentros con representantes de otras confesiones. A ese respecto, el Papa declaró en su primer discurso que, más importante que los encuentros con miembros de su iglesia, serán los que mantenga con los representantes de los colectivos judío y musulmán de Alemania.