Ausencias y presencias

CASI doscientos miembros de nuestras diócesis están estos días reflexionando, orando, cantando, conviviendo, en Colonia (Alemania), en la XX Jornada Mundial de la Juventud, con la presencia del Papa Benedicto XVI. El centro es la persona de Jesucristo y a Él -y sólo a Él- han ido a adorar, según reza el lema del encuentro. Mañana se clausura. Que todo esté siendo y sea para bien. Como lo ha de ser el Día del Misionero Diocesano, de Astorga, que se celebra hoy mismo, en Puebla de Sanabria, a partir de las 10 horas. Al día de hoy son 491 los misioneros y misioneras asturicenses censados por la Delegación de Misiones. Pasen cuantos se reúnan un espléndido día. Y no olvidemos los orígenes: «Tu diócesis nació de un anuncio misionero». De algunas separaciones Se cumple un mes desde que se nos fueron a la otra orilla. Esperamos que allí estén disfrutando de la paz que nadie podrá echar a perder. El día 18 de julio un infarto de miocardio arrambló con la vida terrena de un joven sacerdote de León: don Vidal Vicente Palazuelo Burón. Hacía pocas fechas acababa de celebrar los veinte años de presbítero y por un día no llegó a cumplir los cuarenta y cinco de edad. El día de su muerte cumplía con sus deberes de piedad hacia su madre enferma, en su pueblo natal, Quintanilla del Molar. Su ausencia ha dejado huérfanas a las comunidades parroquiales de Villaverde de Arcayos, Castromudarra, Arcayos, Villamartín de Don Sancho y Castroañe. Antes había servido a las parroquias de Villasecino, Rabanal de Luna, Villafeliz de Babia, Cospedal, Robledo de Babia, Huergas de Babia y Riolago (fueron sus primeras parroquias, lejos de su Tierra de Campos); luego siguieron unos años en Laguna de Negrillos, más Ribera de Grajal, Cabañeros y Conforcos; y, ya desde Villaverde, atendió también durante varios meses las parroquias de Cabrera de Almanza y La Vega. El día 22 de julio quien se iba a la casa definitiva del Padre era don Rogelio Álvarez Losada, de la diócesis de Astorga, nacido en Ponferrada en el año de 1934, sacerdote desde 1968 (se ordenó a los 34 años de edad, cosa inusitada para entonces), que fue formador en el Colegio diocesano de Puebla de Sanabria y que, a pesar de sus limitaciones físicas (estaba en silla de ruedas), aún tuvo fuerzas para ser durante estos últimos años vicario parroquial de Puerta de Rey, en la capital diocesana, y responsable del Movimiento de la Fraternidad Cristiana de Enfermos. Descansen en torno a la Mesa del Reino, que ellos aderezaron para muchos con su ministerio de la Palabra y de los Sacramentos. Por el mismo camino se ha ido Sor María Nieves (Joaquina en el siglo) Fernández Bartolomé, religiosa concepcionista del Convento de León; había nacido en Zamora, acababa de cumplir 87 años, estuvo de monja en Villafranca del Bierzo, entre otras virtudes tuvo la de amar la música y adornarla con sus manos y su voz, y el Señor se la llevó el día diez de este mes, después de sesenta y siete años largos de consagración a la vida contemplativa dentro del carisma de Santa Beatriz de Silva -por cierto, fue su fiesta el pasado miércoles día 17-. Tantos años de espera por el encuentro con el Esposo habrán ya merecido la pena. Y la alegría, que de todo habrá habido en este largo destierro, que se le habrá hecho corto gracias a la esperanza tenida en ascuas. IV Semana de Pastoral A estas alturas los diocesanos de León pueden imaginar que ya está cogiendo presión la Semana de Pastoral, convocada para mediados de septiembre y al amparo del lema -que es también el marco y objetivo del Programa Pastoral para el curso- «Como piedras en la construcción» (I Pe 2, 5) y teniendo como telón de fondo los diez años de la clausura del Sínodo diocesano. En este momento son cerca de trescientos los inscritos en los doce cursillos monográficos que se prevén y las altas siguen a buen ritmo, esperemos que hasta alcanzar la cota que rebase los quinientos. No obstante, la organización me comunica dé a conocer que ha podido haber errores y omisiones en el envío personalizado de las invitaciones. Los interesados en participar en la Semana y que pueden estar afectados por esas deficiencias sepan que, a los efectos oportunos, tienen una oficina y un teléfono a su disposición: de lunes a sábado, en el Seminario Mayor, de 11 a 13 horas, o en el número telefónico 987 263 231. Escrito queda.