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| Reportaje | Jornada Mundial de la Juventud | La Vigilia de anoche tuvo cerca de 800.000 asistentes, casi el doble de los inscritos

Los leoneses, ante el momento más esperado El Papa pide ayuda musulmana para terminar con el terrorismo

Los noventa y siete jóvenes de la Diócesis de León tuvieron ya el primer encuentro con el Papa y asistirán hoy

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León

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Benedicto XVI pidió ayer a los musulmanes que colaboren para «extirpar juntos» el terrorismo y apeló a la responsabilidad de sus líderes para que se excluya de la enseñanza de esta religión la «parcialidad» y el «sectarismo». El Papa protagonizó ayer uno de los momentos más importantes de su visita a Colonia con la celebración de la ceremonia de la Vigilia en la colina de Marienfeld (el campo de María), creada con tierra traída de los cinco continentes. En el encuentro participaron unos 800.000 jóvenes. La llegada de Benedicto XVI en papamovil desató el delirio de los miles de peregrinos que coreaban su nombre ondeando banderas. Tras saludar a los obispos, el Papa subió al palco desde donde bendijo la campana que llevará el nombre de Juan Pablo II. En su esperada homilía, Benedicto XVI indicó a los jóvenes que el camino interior es el medio necesario para llegar a Dios. «El poder de Dios es diferente al poder de los grandes del mundo», dijo, y para ello puso el ejemplo de los santos que «han sido personas que han querido entregarse», como Santa Teresa de Ávila y San Ignacio de Loyola, añadiendo que «sólo de los santos, sólo de Dios, proviene la verdadera revolución, el cambio decisivo del mundo». También alertó a los jóvenes contra los totalitarismos previniéndoles contra quienes, en nombre de Dios predican odio y violencia. También reconoció que la Iglesia ha cometido errores, aunque «podemos estar entre los que siguen a Jesús». Desde primeras horas del día, miles de jóvenes fueron llegando a la gran explanada que la lluvia de la noche había convertido en lodazal. Los accesos tuvieron que ser abiertos tres horas antes de lo previsto y, aunque los medios para llegar eran variados, los últimos kilómetros tenían que hacerse a pie. Cada grupo tenía asignada una zona pero, según la organización, en las últimas horas se habían presentado el doble de los más de 400.000 inscritos. Ante las dificultades surgidas con las comidas, se ha tenido que solicitar la colaboración de las cadenas de comida rápida.