Cuando pasas el Negrón

De púrpura viste el León que por la cordillera Cantábrica asoma y debe cruzar Asturias para poder ver el mar, pero en su camino se cruza con un estandarte de oro, es la cruz de la victoria, de don Pelayo que le trae un pedacito en su camino hacia León, su peaje hacia España. Caminos cruzados y culturas compartidas es el inicio de una historia fraterna que hoy en día vive, más que nunca, en tierra hermanada. La idea surgió en un bar de León, de nombre Casa Asturias, en el que de la amistad de varios asturianos residentes en la ciudad, nace la ilusión de crear un punto de encuentro para aquellos que viniesen a León. Hace casi 30 años de ésto y los mismos que la ilusión es realidad. Decenas de personas se dieron cita ayer el club de ocio Casa de Asturias en León, que inauguró sus fiestas en honor a la Santina y a San Froilán consiguiendo unir a leoneses y asturianos en un mismo rincón de la ciudad e iniciar juntos los festejos y actividades. El pregón corrió a cargo de Antonio Ojanguren Areces, catedrático de Lengua y Literatura nacido en Trubia (Asturias) y que frecuenta Astorga y la Maragatería desde hace cuarenta años por lo que su sentimiento es compartido, por lo que hizo hincapié en el «viejo y consumado amor entre ambas regiones». Tras un ovación que puso al público asistente en pie se procedió a la presentación oficial de la Xana y Xana infantil 2005, (Diana Castellanos Fernandez y Laura Sáenz de Miera respectivamente), así como de sus Damas de Honor (Estefanía Coya, Marta Díaz García, Carmen González y Alba de Pedro López respectivamente). También se ofreció un pequeño obsequio a las del 2004. Entre la música de gaitas de la banda Fuentefuecara, la fiesta continúo con la tradicional espicha de sidra y el reparto de más de 2.000 bollos preñaos. Las fiestas que alcanzarán su día cumbre el domingo, con la celebración en honor a su patrona la Santina recogerán estos días torneos de baloncesto tenis de mesa, fútbol, además de actividades para todas las edades. El presidente de esta casa con más de 8.500 inquilinos, Ricardo García Echevarría, manifestó sentirse orgulloso del comportamiento de leoneses y asturianos en un ambiente tranquilo y festivo como es el que se vive en la Casa Asturias. Ya lo dice nuestro himno «León escribió la historia, de Covadonga a Colón», hoy esta amistad, visible a ojos de ciego, está en lo más alto de la victoria donde ruge más fuerte que nunca.